
El Plan de Empleo de Cruz Roja sigue buscando programas y cursos útiles para las personas en situación más vulnerable y ahora da un nuevo paso adelante con una iniciativa pionera que une capacitación, inserción laboral y tejido empresarial: una formación específica para trabajar en el sector minero, uno de los motores económicos de la comarca.
Este programa, que cuenta con el apoyo del Ministerio de Trabajo y Economía Social y del Fondo Social Europeo, forma parte de un conjunto de actuaciones con más de 25 años de trayectoria, cuyo objetivo es mejorar la empleabilidad de personas desempleadas o en situación de vulnerabilidad. «Queremos que las personas desempleadas puedan dar el salto al mercado laboral con formación real y útil», explica Noelia Mayo, responsable del proyecto Reto Social Empresarial de Cruz Roja en Valdeorras.
El Plan de Empleo acompaña a cada participante mediante itinerarios personalizados que combinan orientación, formación e intermediación laboral. Pero, ¿por qué ahora minería? «El sector de la pizarra genera miles de empleos en la comarca, pero las empresas nos trasladan una dificultad creciente: no encuentran personal cualificado para cubrir puestos clave», señala Mayo. La respuesta: unir esfuerzos y conocimiento con CIX Formación y Consultoría, centro de referencia en la zona.
Formación adaptada a la realidad de las canteras
Desde esta semana, un grupo de alumnos ya se forma en el centro CIX, con 80 horas teóricas y 70 prácticas, gracias a un programa diseñado a medida. «El 90 % del profesorado son ingenieros de minas y técnicos en prevención que trabajan actualmente en explotaciones», apunta Ana Martínez, responsable de formación en CIX.
No es un curso cualquiera. Incluye módulos impartidos por médicos del trabajo, formación en primeros auxilios y, sobre todo, una conexión directa con las necesidades reales de las canteras. De hecho, las prácticas se realizarán en Cafersa, una de las empresas del sector. Lucía López, coordinadora del curso, lo resume así: «Esta formación es una inversión en el futuro. Los participantes adquirirán habilidades reales que les permitirán enfrentarse a un entorno laboral exigente y en constante cambio».
La colaboración entre Cruz Roja y el grupo Salud Laboral Gallega no es nueva, pero sí lo es su foco. Hasta ahora, los esfuerzos se centraban en sectores como el comercio o el ámbito sociosanitario. El salto a la minería responde a una necesidad territorial clara. «Para nosotros es una oportunidad de impartir formación de calidad en un sector estratégico. Pero además, trabajar con Cruz Roja nos conecta con el pulso social de la comarca», afirma Martínez.
Desde Cruz Roja destacan también el valor de esta sinergia: «Nos permite unir el conocimiento técnico de los formadores con nuestra experiencia en el acompañamiento a personas en búsqueda activa de empleo», concluye Noelia Mayo.
La pizarra no solo da empleo. Ayuda a fijar población en el medio rural y sostiene la economía local. Iniciativas como esta, que suman formación, compromiso social y estrategia empresarial, demuestran que otro modelo de desarrollo es posible: uno donde nadie quede atrás y donde las oportunidades se construyen desde lo local.