La dirección comarcal del BNG lanzó este jueves una crítica frontal contra los presupuestos de la Xunta para 2026, que —aseguran— vuelven a dejar a Valdeorras en el margen. En la rueda de prensa, en la que participaron Roberto Quiroga, Secundino Fernández, Manuel Agra y María González Albert, el Bloque denunció que las inversiones destinadas a la comarca «nin responden ás necesidades nin teñen capacidade real para transformar nada».
María González Albert abrió la intervención denunciando que la Xunta repite año tras año la misma estrategia: dejar fuera de los presupuestos las principales demandas de Valdeorras. «Son reiterativas porque a Xunta non atende nada do que se pide desde hai dez anos», afirmó.
La alcaldesa también criticó que, tras los incendios del verano, no exista ni una sola actuación real de regeneración ambiental ni medidas para el tratamiento del agua afectada. «Non se está a facer absolutamente nada», insistió.
Un plan de 10 millones para lo que la Xunta sigue sin iniciar
El diputado Secundino Fernández centró el grueso de las críticas en la falta de medidas posteriores a los incendios. El BNG propone una enmienda de 10 millones de euros exclusivos para Valdeorras, ante una Xunta que —asegura— ni ha puesto en marcha estudios hidrológicos ni ha actuado en la recuperación del territorio queimado. Según Fernández, concellos como A Rúa están sufriendo ya arrastres y efectos directos da falta de intervención tras o lume.
El segundo punto crítico en los presupuestos de la Xunta, según el BNG, es la situación sanitaria, que consideran ya un problema estructural. La comarca, denunció Fernández, «leva anos á cola» y la movilización ciudadana de la semana pasada evidencia el cansancio social.
En este sentido, el Bloque reclama pediatras suficientes, un servicio de neumología, el refuerzo de las especialidades, mejoras en radiología, una ambulancia medicalizada y hospitalización a domicilio. «Non falamos de luxos: falamos do básico», subrayó.
Las otras carencias en los planees de la Xunta para 2026, están, aseguran, en las infraestructuras. La mejora de la OU-533, entre A Rúa y A Gudiña, volvió a ser el caso paradigmático. Fernández reconoció que sí existe partida, pero de «cuantía insignificante»: 4 millones de euros para una obra cuyo coste estimado por la propia Xunta ronda los 15 millones.
«Con 4 millóns non se pode nin iniciar nin sacar a concurso. É propaganda», afirmó el diputado. El acuerdo parlamentario para comenzar las obras en 2026, añade, corre riesgo de quedarse en papel mojado, ya que ni siquiera está redactado el proyecto.
Además, el BNG denunció la paralización de las fases pendientes del abastecimiento y saneamiento de A Rúa y Petín y la ausencia de avances en vías autonómicas como la OU-120/OU-121.
Para Secundino Fernández, el diagnóstico político es claro: «A sensación é que a Xunta ten a Valdeorras fóra do país».
Roberto Quiroga y Manuel Agra coincidieron en que la comarca vive «nun segundo plano permanente» dentro das contas autonómicas.
Y en la Diputación...
Mientras en Valdeorras el Bloque critica la falta de inversión de la Xunta, a nivel provincial el BNG ha puesto el foco en otro frente: el INORDE, organismo dependiente de la Diputación de Ourense cuyo funcionamiento consideran «ineficaz» y «sin sentido».
El diputado provincial Xosé Manuel Puga recordó que en octubre de 2024 el pleno de la Diputación aprobó por mayoría absoluta su disolución y la integración de su personal y recursos en áreas ordinarias del ente provincial. Sin embargo, el INORDE continúa figurando en los presupuestos de 2026 como si nada hubiese cambiado.
Por ello, el BNG ha presentado una enmienda que reduce en 2,4 millones de euros la partida destinada a financiar este organismo. «Non ten sentido seguir sostendo un ente que non cumpre os obxectivos para os que foi creado», aseguró Puga, reclamando coherencia entre lo aprobado en pleno y lo que la Diputación continúa financiando.




