
Mientras muchos jóvenes se preparan para los últimos exámenes del curso, en O Barco el Instituto de educación secundaria Lauro Olmo mira más allá: hacia su futuro. El centro educativo cuenta con una completa oferta de Formación Profesional, que combina una fuerte orientación práctica, alta inserción laboral y un creciente vínculo con las empresas de la comarca.
Desde administración y peluquería hasta vitivinicultura, atención social o automoción, el instituto ofrece dos ciclos superiores, seis de grado medio y dos FP básicas, todos con carácter dual: parte de la formación se imparte en empresas, lo que facilita el salto directo al mercado laboral. El plazo de matrícula para nuevos alumnos estará abierto del 16 de junio al 2 de julio.
Alta empleabilidad y formación práctica
«El objetivo es que la transición al mundo laboral sea lo más ligera posible», explicó Agustín Valcarce, responsable del ciclo de instalaciones eléctricas y automáticas. «Los ciclos son eminentemente prácticos y están diseñados para formar profesionales que las empresas necesitan». Según detalló, el centro cuenta con más demanda de empresas colaboradoras que alumnos disponibles, especialmente en sectores como la electricidad o la automoción.
En el ciclo de electricidad, el alumnado aprende a instalar sistemas de domótica, energías renovables, automatismos o robótica. «No solo enseñamos teoría, lo hacen todo con sus propias manos», señaló Valcarce, quien también recordó que muchos estudiantes acaban quedándose en las empresas donde realizan las prácticas.
También lo constata Daniel Brenlla, responsable del ciclo de Automoción, uno de los más veteranos del centro y con fuerte demanda. «Aquí no se trata solo de arreglar coches. Hay física, mecánica, cálculo y una formación técnica muy completa. Es exigente, pero tiene una inserción laboral altísima», apuntó.
Gestión, sanidad, estética o atención social: profesiones con salida
Gabriel Rodríguez explicó el funcionamiento del ciclo medio de Gestión Administrativa y del superior de Administración y Finanzas. «Desde el primer día hacen nóminas, facturas, declaraciones de IVA. Aprenden contabilidad, fiscalidad y atención al cliente, todo aplicado a situaciones reales», aseguró. Los alumnos realizan prácticas en empresas, gestorías e incluso ayuntamientos, y muchos optan por continuar estudios superiores tras terminar.
En el ámbito sanitario y social, el ciclo de Atención a Personas en Situación de Dependencia, que se imparte también en horario de tarde para personas adultas, ofrece una formación integral en el acompañamiento a personas con pérdida de autonomía. «Es un perfil muy demandado, tanto en residencias como en atención domiciliaria», explicó David Blanco, su responsable.
Rosy Barcala, profesora del ciclo medio de Peluquería y Cosmética Capilar, destacó que muchos alumnos descubren su vocación dentro del aula. «Tenemos también FP básica, que es una gran oportunidad para jóvenes que no se sienten cómodos en secundaria, pero que encuentran aquí un oficio que les motiva». Desde corte y color hasta estética básica o barbería, la formación incluye la posibilidad de atender a clientes reales, que pueden acercarse al centro, como parte de las prácticas.
Vitivinicultura: un ciclo joven para un sector con historia
El más reciente de los ciclos es el superior de Vitivinicultura, que forma profesionales desde el diseño del viñedo hasta la elaboración y comercialización del vino. «Es un sector clave en Valdeorras y está creciendo, especialmente en los vinos blancos, que tienen cada vez más demanda internacional», explicó Antonio Nogueira. El alumnado también recibe formación en análisis enológico, cata técnica, seguridad alimentaria y sostenibilidad, todo ello en contacto directo con bodegas de la zona.
El instituto participa en el programa Erasmus+, lo que permite al alumnado realizar estancias en el extranjero durante el periodo de prácticas. Además, se fomenta el emprendimiento con iniciativas como las jornadas empresariales y el contacto permanente con el tejido productivo local. «Muchos alumnos han montado sus propios negocios. Desde talleres de coches hasta peluquerías o empresas eléctricas», destacó Valcarce.
Los requisitos de acceso varían según el ciclo: basta con tener la ESO para cursar un ciclo medio, y el Bachillerato o un ciclo medio para acceder a uno superior. La edad no es un impedimento: hay estudiantes desde los 17 hasta los 40 años, muchos de ellos en proceso de reinvención laboral. Además, el acceso del ciclo medio al superior es directo, sin pruebas de admisión.
El mensaje del profesorado es claro: no hace falta tener una vocación definida. Basta con tener ganas de aprender y de construir un camino propio. Y, en el IES Lauro Olmo, ese camino puede llevar tanto a un empleo como a la universidad.
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