
Adrián, el vecino de O Barco que luce una trenza de récord: más de 80 centímetros
Su melena lleva creciendo sin apenas cortes desde hace 14 años y supera el metro de longitud desde la raíz a las puntas.

Su melena lleva creciendo sin apenas cortes desde hace 14 años y supera el metro de longitud desde la raíz a las puntas.
Adrián Delgado es vecino de O Barco y allí por donde va, llama la atención de todo tipo de transeúntes, gracias a una enorme trenza de más de 80 centímetros, que luce desde que era adolescente y que cuida con esmero desde hace años.
Desde que tiene catorce años, este valdeorrés apuesta por lucir un aspecto llamativo que combina con la trenza y los numerosos tatuajes que tiene por gran parte de su cuerpo.
"A los 18 dije que no volvía a cortar el pelo, desde entonces, mientras tenga pelo, no se vuelve a tocar, tan sólo me lo corto un poco una vez al año", explica Adrián, quien confiesa estar más cómodo con coleta.
Después del shock inicial, sus padres tienen perfectamente asumido que llevará coleta. "Ya están mentalizados con que no me lo voy a cortar. Mi madre, con dos hijos, dice que ya tiene una chica para peinarle el pelo", ríe. De hecho, es ella quien le ayuda con la trenza.
Su abuela, al principio no lo llevaba muy bien y hasta llegó a ofrecerle mil euros si se cortaba el pelo, pero luego dejó de darle importancia a que su nieto tuviera el pelo coro o largo.
Por el momento, no se plantea cortarse el pelo. "Mientras tenga pelo, no", afirma. Lo peor, ya ha pasado. El primer año todavía no tenía pelo suficiente para recogérselo, pero desde entonces ya no se saca la coleta.
Se lo lava dos veces a la semana y siempre lo deja secar al aire, «el secador lo estropea mucho».
Los principales inconvenientes los vivió cuando trabajó en la cantera y en la construcción. "Había mucho polvo". Resguarda la trenza dentro de la camiseta para que no se le ensucie dentro de la nave, donde hay mucho polvo.
Además del pelo, también se confiesa un apasionado de los tatuajes, algo que no ha sido un impedimento a la hora de buscar trabajo. "El tema vikingo es algo que me gusta mucho"; explica Adrián, quien reconoce que hacerse tatuajes puede llegar a ser "un vicio".
"Es algo que siempre me gustó, empecé con 17 años, después ya seguí, aunque más pensados, sabes mejor lo que quieres", concluye.