
Nació en Tarifa —Cádiz—, pero con menos de un año sus padres lo trajeron a O Barco para conocer a su familia y nunca más se fue. Julio Mourelo se considera «barquense hasta la médula» y, si algo tiene de raíces andaluzas, es su pasión por la guitarra. Ama tanto esta tierra que ha dedicado de una manera u otra su vida a ella y a ayudar a quienes más lo necesitan. Y a las Fiestas del Cristo, que este año pregona, les debe tanto que hasta en ellas conoció a la que hoy es su mujer.
Asegura que no se considera merecedor de este honor que le ha dado el Concello de O Barco y que fue una sorpresa la llamada que le proponía ser el encargado de dar el pistoletazo de salida al Cristo de este 2023. Se lo pensó unos días, pero acabó dando ese "sí" que mañana será efectivo a partir de las 20.45 horas en la Plaza Mayor.
Eso sí, no hará un recorrido a su trayectoria profesional y a su implicación en diferentes instituciones de la comarca, «porque tendría que nombrar a mucha gente y no tendría tiempo suficiente. Me gusta hacer las cosas bien». Y es que Mourelo dirigió el coro parroquial de Viloira durante 42 años, entre 1970 y 2012. También es el tesorero desde 1972 de la Cofradía Jesús Nazareno y fue contable de la parroquia durante el periodo del párroco Tomás Rodríguez.
A esto se suma su implicación con el Orfeón Valdeorrés, el Casino de O Barco y el Instituto de Estudios Valdeorreses, donde era el responsable de la sección de fotografía, una labor que tuvo que abandonar cuando llegó su encomienda más importante, encargarse de la dirección de Cáritas Interparroquial.
Julio Mourelo ha dirigido esta entidad entre 2009 y 2022. Un trabajo complicado y que ha precisado de mucha implicación. «Renuncié a mis aficiones, a la música y la fotografía. No pude continuar por asumir la responsabilidad». Su andadura comenzó en plena crisis económica y terminó con la pandemia del Covid-19. «Le dedicado mucho tiempo y no me pesa. Tiempo que quité a mi familia, incluso cortando vacaciones porque llegaban entregas procedentes de la Unión Europea».
Pero el pasado año llegó el momento de echarse a un lado y dar paso a la nueva directiva. Recuerda que a lo largo de estos años han ayudado a muchas personas e incluso se encargó de diseñar herramientas que permitieran controlar al milímetro las peticiones y los datos reales de Cáritas.
Tras toda una vida unida a O Barco, este miércoles se subirá al escenario a dar un pregón en el que hablará de las vivencias que marcaron a un niño y joven que salió al mundo.