Nació, creció y desea estar hasta el último de sus días en el Casco Vello de O Barco. Todos los recuerdos de Aurelio Blanco Trincado están unidos a esta zona de O Barco, que este fin de semana recuperar sus fiestas tras el parón de la pandemia. La organización presentaba su programa de actividades y entre ellas, el pregonero, que como ellos mismo explican, es este «vecino ilustre» y presidente del Instituto de Estudios Valdeorreses.
Fue hace unos días cuando Aurelio recibió con agrado la noticia de esta elección. «Sabía que había pregonero, pero no que habían pensando y mi. Además, fueron los vecinos, por lo que es doble sorpresa y satisfacción». Un discurso que servirá para hacer un recorrido por las vivencias que ha tenido en estas calles que tanto han cambiado. «En el Casco Vello naces, te bautizan, haces la primera Comunión, se mueren tus seres queridos... Recuerdas las fiestas, los juegos de niños, la configuración de las calles... contaré cosas que pueden resultar emotivas».
Y es que el pregón servirá a algunos para recordar y a otros, los más jóvenes, para conocer la historia de estas calles que tanto han cambiado. El Casco Vello fue durante años el centro neurálgico de O Barco. «Era todo bullicio, bares, bancos, farmacias, ferreterías... Era increíble el movimiento y ahora, parece un barrio desolado», reflexiona Blanco.
Cuenta con nostalgia como esa Plaza que ahora prácticamente cruza en soledad, era antes un lugar de «alegría, cánticos y juegos infantiles». Pero no solo es la ausencia de ruido, sino el cambio de sus calles y sus gentes. «La gente estaba más despreocupada. Ahora se vive muy deprisa. Perdimos mucho».
En su pregón, todavía por redactar, Aurelio hará un repaso por toda esa historia, y seguro que tampoco falta alguna reivindicación para su barrio. «A ver si el Concello hace algo para reconvertirlo en un barrio húmedo, de bares y pequeñas tiendas».
