Los centros de salud de O Barco, A Rúa y Viana do Bolo ya cuentan con un retinógrafo. «Es un aparato que sirve para hacer unas fotografías del fondo del ojo del paciente. Permitiendo así identificar problemas oculares como la retinopatía diabética», explica Nuria Martínez, enfermera especialista en atención familiar y comunitaria.
Martínez es la encargada en formar a los enfermeros que van a utilizar este aparato en los diferentes ambulatorios. Según ella misma explica, lo que se pretende es prevenir «este tipo de lesiones que se pueden desarrollar en pacientes con diabetes». De hecho, esta afección «la podría desarrollar una cuarta parte de la población diabética a lo largo de su vida».
Durante el curso de formación, «la primera parte es teórica, pongo una serie de diapositivas para que vean qué es lo que se va a observar en las imágenes», aclara. A continuación se pasa a lo práctico, «se explica el manejo del propio aparato».
En cada centro se «suelen especializar todos los enfermeros. Porque, por lo general, van a realizar retinografía a su cupo de pacientes». Este tipo de pruebas se deben hacer «de manera anual en los diabéticos de tipo uno. En los de tipo dos, se podría hacer cada dos o tres años».
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