martes. 24.06.2025

Cambio de hora: ¿beneficio o costumbre innecesaria?

Históricamente, el cambio de hora se implantó para ahorrar energía, pero hoy en día sus beneficios no son tan elevados. Algunos expertos, como el físico Jorge Mira, defienden que estos cambios se mantengan. Para otros, tendría que abandonarse, por las alteraciones que provoca en la salud

Dos veces al año, el cambio de hora reabre el debate: ¿es realmente necesario? Aunque nació como una medida de ahorro energético, hoy existen dudas sobre su eficacia y su impacto en la salud y el bienestar.

A nivel mundial, el cambio de hora comenzó a popularizarse durante la Primera Guerra Mundial como medida para reducir el consumo de carbón, y más tarde, durante la crisis del petróleo en los años 70, se consolidó en muchos países. Finalmente, se normalizó en la Unión Europea en 1981, con la introducción de directivas comunitarias para armonizar el cambio de hora entre países miembros.

Reloj, cambio de hora (1)

¿Realmente ahorramos energía?

Históricamente, la intención del cambio de hora era aprovechar al máximo la luz natural para reducir el uso de electricidad en iluminación. Estudios como el del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) en España estiman que el cambio horario genera un ahorro de entre el 5% y el 10% del consumo en iluminación.

Sin embargo, este impacto se ha reducido con el tiempo, debido al uso generalizado de luces LED de bajo consumo y al incremento del consumo de energía en climatización y dispositivos electrónicos, que no dependen tanto de la luz solar. Este ahorro, aunque existe, es cada vez menor y varía según el país, el clima y los hábitos de consumo.

Por eso, cada vez que llega esta fecha vuelve el eterno debate ¿sigue siendo necesario cambiar la hora?

La perspectiva científica

Jorge Mira, Catedrático del área de Electromagnetismo del Departamento de Física Aplicada de la Universidad de Santiago de Compostela, asegura que el cambio de hora es esencial en regiones donde la cantidad de luz solar varía considerablemente entre estaciones.

Según explica, el ajuste horario permite que nuestras actividades se mantengan más sincronizadas con el ciclo natural del sol, lo cual es especialmente relevante en países como España, donde la diferencia entre las horas de luz en invierno y en verano es notable. «En O Barco de Valdeorras, por ejemplo, el sol sale tres horas y cuarto antes en junio que en diciembre», explica Mira, quien subraya que el cambio de hora se realiza para evitar que estas variaciones interfieran en el ritmo de vida de la sociedad.

Para el investigador y divulgador científico, el cambio de hora en primavera —cuando se adelanta una hora y se obtiene más luz por la tarde— es fundamental, ya que permite aprovechar la luz solar durante las horas de actividad.

Sin este ajuste, la jornada laboral y otras actividades cotidianas quedarían desfasadas respecto a la luz natural, lo que, según Mira, sería contraproducente para la productividad y el bienestar de las personas. Además, señala que el cambio de hora es una forma de reducir el consumo energético en iluminación, aunque reconoce que el ahorro en la actualidad es menor que hace décadas.

El reloj mecánico y el ciclo solar

Mira explica que, antes de la invención del reloj mecánico, el tiempo se medía de manera más flexible y natural, adaptándose de manera continua al ciclo solar. Sin embargo, con la aparición de los relojes mecánicos en el siglo XIV, se adoptaron medidas estandarizadas que no reflejan las variaciones naturales de luz entre las estaciones. «Si intentas medir algo que cambia continuamente con un sistema rígido, como un reloj mecánico, tienes que hacer ajustes», explica el catedrático de la Universidad de Santiago.

El cambio de hora es una forma de «mimetizar el ritmo natural del sol» en nuestras rutinas diarias, algo que se hacía de manera intuitiva en tiempos antiguos y que ahora se gestiona mediante el cambio horario, explica el investigador.

El debate sobre un horario fijo: ¿es viable en España?

El físico de la Universidad de Santiago, también cuestiona la idea de un horario fijo durante todo el año en Europa. Según él, este planteamiento es «absurdo» fuera de las zonas ecuatoriales, donde la cantidad de luz solar es prácticamente la misma durante todo el año.

En países como España o Francia, donde la luz solar varía mucho, tener un horario fijo provocaría problemas significativos. Un horario de verano permanente, por ejemplo, haría que en invierno muchas zonas de Galicia y del norte de España no vieran el amanecer hasta bien entrada la mañana, mientras que un horario de invierno permanente llevaría a que anocheciera muy temprano en verano, reduciendo la posibilidad de disfrutar de la luz natural en las horas de ocio, argumenta el divulgador de la Universidad de Santiago de Compostela.

Para Mira, el cambio de hora debería mantenerse no solo por la cuestión del ahorro energético, sino porque permite que la actividad diaria esté más alineada con el ritmo natural del sol. Esto contribuye, según él, a una mejor gestión de los biorritmos humanos, evitando que la sociedad caiga en un desajuste que podría tener efectos negativos en la salud y en la productividad.

La postura de los expertos en contra

Pero el cambio de hora también tiene sus detractores con sus propios argumentos. Especialistas en cronobiología y salud del sueño consideran que el cambio horario tiene efectos perjudiciales en el bienestar, especialmente al desincronizar el reloj interno de las personas.

La British Sleep Society defienden que mantener un horario fijo, idealmente el de invierno, ayudaría a minimizar los problemas de salud asociados. La alteración bianual puede interferir en los ritmos circadianos (oscilaciones de las variables biológicas), fundamentales para regular el sueño, el estado de ánimo y el rendimiento.

Los ritmos circadianos, sincronizados principalmente por la luz solar, regulan importantes procesos biológicos, incluido el sueño y la liberación de hormonas. Al modificar el horario, las personas pueden sufrir alteraciones en su ciclo de sueño, lo que incrementa síntomas de fatiga, irritabilidad y riesgo de enfermedades cardiovasculares. Asegura que existen estudios que muestran cómo estos efectos pueden observarse durante semanas tras cada cambio de hora, afectando tanto a adultos como a niños.

dormir

El impacto, además, es especialmente significativo en el cambio de este fin de semana, cuando entramos en el horario de invierno, ya que hay muchas personas que son más vulnerables al cansancio y a los síntomas de depresión estacional.

Pero no solo afecta al sueño y al estado anímico, también existen estudios que sugieren que el cambio horario puede afectar la seguridad, aumentando el riesgo de accidentes de tráfico y laborales en los días posteriores debido a la disminución de la calidad del sueño.

Los defensores de eliminar los cambios de hora argumentan que un horario fijo, respetando los ritmos naturales de luz y oscuridad, permitiría una vida más saludable, manteniendo la exposición a la luz solar en las primeras horas del día para mejorar el bienestar físico y mental.

Efectos en la salud

Para saber de primera mano si el cambio de hora afecta a la salud, hablamos con Iria Fernández, psicóloga del centro Psicología Resiliencia. Asegura que por su experiencia en consulta, este ajuste horario, el del horario de invierno, afecta más a sus pacientes, ya que la reducción de horas de luz influye negativamente en el estado de ánimo. «Nuestro cuerpo necesita esa exposición a la luz para producir vitamina D, lo cual influye en nuestro estado de ánimo», explica.

Añade, también, que la falta de luz es especialmente perjudicial para personas con tendencia a la depresión o fragilidad emocional. Iría Fernández recomienda, para evitarlos, hacer un ajuste gradual del horario de sueño, y una manera puede ser aprovechar el fin de semana para adelantarlo media hora cada día, y así facilitar la adaptación.

¿Seguiremos cambiando el reloj?

La pregunta sobre si Europa debería mantener o eliminar el cambio de hora permanece abierta. En 2018, la Comisión Europea propuso eliminar el cambio de horario, pero el desacuerdo sobre qué horario mantener (verano o invierno) y la complejidad de unificar esta medida en 27 países dejaron la decisión en pausa. En España, la regulación del cambio de hora está recogida en el Boletín Oficial del Estado (BOE) solo hasta 2026, lo que plantea una incógnita: ¿seguirá el cambio de hora o se adaptará a la decisión que tome Europa?

Cambio de hora: ¿beneficio o costumbre innecesaria?