La decoración navideña de Concellos y pueblos gana adeptos cada año y vecinos y asociaciones se vuelcan para convertir sus localidades en punto de atracción turística navideña.
Esta semana, las aldeas de Arcos (Vilamartín de Valdeorras) y San Xusto (Carballeda de Valdeorras) comenzaron la temporada navideña con encendidos realizados por sus habitantes. En ambos lugares, la decoración de calles y espacios públicos fue posible gracias a iniciativas vecinales que reunieron a asociaciones, familias y voluntarios durante los últimos días.
En Arcos, Vilamartín de Valdeorras, el encendido se celebró este miércoles a las 18:00 horas, en un acto al que se invitó a todos los vecinos a participar y compartir unos aperitivos tras la iluminación. La asociación de mulleres rurais y numerosos residentes prepararon «centos de adornos para darlle vida o pobo, un gran traballo non só polo esforzo senón tamén pola unión».
El resultado puede verse en cada rincón, donde «o pobo loce fermoso por todalas rúas». El acto concluyó con una invitación abierta: «Bo Nadal! Non faltedes!».
San Xusto, en Carballeda de Valdeorras, también vivió días de intensa actividad gracias a la iniciativa de la asociación cultural Reventabois, que «tiveron unha gran iniciativa para decorar entre todos o noso pobo». Durante la pasada puente festiva, residentes, familiares y amigos colaboraron en una colecta popular que permitió ampliar la decoración navideña y dar forma a una ambientación variada y hecha a mano.
En esta dinámica surgió además un taller espontáneo en el que se elaboraron adornos con materiales reciclados, una actividad en la que participaron niños y adultos. Desde la organización quisieron expresar su gratitud: «Queremos agradecer a todas as persoas que colaboraron co seu esforzo e o seu diñeiro a animar aínda máis a nosa aldea».
El inicio de la Navidad en Arcos y San Xusto queda así marcado por la implicación de los vecinos la creatividad y el sentido de unión que ambos pueblos han querido mostrar a habitantes y vistantes.
