Esta Navidad Carballeda de Valdeorras y sobre todo la capitalidad del municipio, Sobradelo, se ha llenado de bonitas decoraciones navideñas realizadas con los troncos de los árboles quemados en el devastador incendio ocurrido en julio y luz, mucha luz.
Duendes, animalitos del bosque —cervatillos, conejos, ardillas, búhos—, Papá Noeles o muñecos de nieve realizados en madera, junto con figuras de luz adornan la Navidad carballedana. Hacemos un recorrido junto a su alcaldesa. Maria del Carmen González Quintela, quien nos muestra su satisfacción ante lo «bonito» que está cada rincón del Concello.
Un belén en madera, a las puertas del Cetro de salud nos recibe bajo la atenta mirada de unos cervatillos de luz situados en lo alto de una loma, frente a este edificio. En lo regalos palabras que quieren sacar «lo mejor del ser humano, propósitos para el nuevo año y sobre todo que nos hagan mejores personas».

Junto a la iglesia de Sobradeo un árbol de Navidad realizado con tablones que contienen estos mensajes y también una cascada de luces. Seguimos recorriendo Sobradelo y nos vamos a la parte alta, donde los olivos se llenan de chispeantes luces doradas y figuras de Papá Noel en fila para recibir al visitante que llega por la carretera de Éntoma.

Desde el mirador desde donde se contempla Soberadelo en toda su extensión, un trenecito, y otras figuras de madera, alumbradas por la luz del gran olivo son la novedad de este año. «Me gustaría que fuese más grande y que los niños pudiesen subirse a él», comenta la alcaldesa, pero los troncos no han dado para más.

Bajamos a pie de río Sil y antes de entrar en el puente de Sobradelo, A Pontenova, una cascada de luz que discurre por la gran roca de pizarra nos deja ver los duendecillos, también realizados en madera, que se cobijan en cada uno de los recovecos de la piedra, como si estos fuera su guarida.

Y, ya por último, el espectacular belén de luz con su Nacimiento y Reyes Magos que ilumina desde hace unos años la Navidad del Concello. Situado en el parque recién estrenado es el lugar de visita obligado para los niños del concello como para los de los municipios próximos.

A la entrada del parque y en el centro de salud buzones para dejar la carta a los Reyes o a Papá Noel, porque si la decoración de a localidad es importante la «felicidad de los niños» lo es más. Y, es que esta alcaldesa se ha volcado un año más en tener Carballeda «bonita», pero sobre todo ha tenido en cuenta el disfrute de los más pequeños.

Vila, Domiz, Médua, Trigal, Casaio, Casoio, Bascois, Portela, Robledo, Candeda, Pumares, Lardeira, Riodolas, Pusmazán, San Justo, Ricosende, Sobradelo, Santa Cruz, Soutadoiro, Carballeda y Viladequinta, nombres que se encuentran en un árbol hecho con listones de madera en el entronque con la OU-122 que lleva Pena Trevinca, la cima de Galicia y también a las canteras de Pizarra, motor económico de la comarca y de la provincia, nos dicen adiós a nuestro recorrido por la capitalidad del municipio.
