
Cinco concellos de Valdeorras han sido seleccionados para recibir ayudas de la Xunta que permitirán embellecer espacios clave, mejorar senderos o reforzar la oferta turística con servicios básicos. La resolución, publicada en el Diario Oficial de Galicia este lunes 14 de abril, concede subvenciones cercanas a los 30.000 euros a municipios de menos de 10.000 habitantes para mejorar sus infraestructuras turísticas.
En Carballeda de Valdeorras, los 30.000 euros servirán para dar continuidad a un proyecto iniciado a finales del año pasado. La actuación consiste en ocultar los contenedores de residuos en recintos cerrados y decorarlos con paneles que recuperan escenas antiguas del pueblo y retratos de vecinos y vecinas, una forma original de dignificar espacios cotidianos y reforzar la identidad local.
Petín destinará la misma cantidad a la restauración paisajística del paseo fluvial, en concreto el tramo II. Una intervención que busca mejorar uno de los rincones más frecuentados por quienes pasean o practican deporte en contacto con la naturaleza.
En Larouco, con una ayuda de 29.910,18 euros, se construirá un nuevo mirador en los Codos de Larouco, en el Alto do Castro. Las vistas desde este punto prometen convertirse en un atractivo más para los amantes del paisaje valdeorrés.
El Concello de O Bolo ha optado por una actuación sencilla pero muy útil: la creación de baños públicos, una mejora necesaria para reforzar su capacidad de acogida y facilitar la estancia de los visitantes. La ayuda concedida es de 30.000 euros.
A Veiga continúa apostando por el turismo activo y sostenible. Con una subvención también de 30.000 euros, llevará a cabo la recuperación de la pasarela de la senda verde do Xares, una infraestructura clave dentro de su red de senderos junto al río.
A estos cinco concellos valdeorreses se suma el cercano Vilariño de Conso, que ha recibido 28.571,42 euros para la rehabilitación de varias fuentes en el núcleo de Soutogrande, en una apuesta por preservar el patrimonio rural.
Esta línea de subvenciones, impulsada por la Agencia de Turismo de Galicia y dotada con dos millones de euros, busca reforzar el atractivo del rural gallego con actuaciones que mejoran lo cotidiano, revalorizan el entorno y suman encanto a cada rincón.