Este 9 de septiembre las puertas de los centros escolares de la comarca han abierto de nuevo para recibir a los niños y niñas que hoy vuelven al cole. Por segundo año consecutivo este momento de nervios e ilusión ha llegado acompañado de mascarillas, distancias de seguridad y geles hidroalcohólicos. Aunque eso sí, todo ha sido más sencillo ya que los protocolos están claros.
Para evitar aglomeraciones y respetar los grupos burbuja, cada clase tiene fijada su hora y lugar de entrada, habilitando diferentes cancillas. Y fuera, en las vallas, se quedaban unos padres que este 2021 afrontar la vuelta al cole más tranquilos «porque ya tenemos experiencia y suponemos que será parecido. Además, la ventaja es que estamos la mayoría vacunados», nos cuenta el padre de una alumna del CEIP Julio Gurriarán.
Los niños y niñas estaban todavía más tranquilos. Llegaban puntuales y deseando volver «para ver a sus amigos», aunque no a todos les gusta madrugar. Las filas estaban llenas de alboroto, risas, gritos de alegría y algún que otro bostezo. Además, a los más pequeños, se les caía alguna lágrima al despedirse de sus papás.
Eso sí, tienen los protocolos más que claros. La mascarilla ya no es un problema, sino un complemento más al que se han acostumbrada. Atrás queda un verano de juegos y diversión y ahora, toca enfrentarse a un nuevo reto escolar. «Por estudiar no tenía ganas», confiesa entre risas Bruno, alumno del CEIP Manuel Respino de A Rúa.
Y los profesores, más que preparados. Desde el CEIP Condesa de Fenosa su nueva directora, Carmela Docampo, explica que están «más que habituados. Esperamos que todo vaya bien. Superado el año pasado, este será de transición, aunque sin bajar la guardia».
Menos alumnos
En total son 1.485 alumnos los que hoy inician la nueva etapa escolar en Valdeorras, 38 menos que hace un año. Algunos centros, como el CEIP Xosé Manuel Folla Respino de Vilamartín lo hacen además con un aula menos. A pesar de los esfuerzos, el ratio marcado no se cumplía y la Consellería de Educación ha eliminado esta clase.
Otros centros, como el Colegio Divina Pastora, afrontan el regreso con unas obras en el exterior —Avenida del Bierzo— que obligan a cambiar el acceso. Los pequeños entraban al centro por la puerta de la Rúa Ramón Valle Inclán y, para facilitar el tráfico, la Policía Local ha habilitado aparcamiento en la Avenida Diputación y Rúa O Chao. Algunos padres han explicado que llegar «ha sido complicado. La calle estaba abarrotada».
