
Eran las 16.20 horas de la tarde de hoy cuando los operarios de una empresa de señalización enviada por la Diputación de Ourense cortaban, físicamente, la carretera OU-807 a San Vicente de Leira. Las condiciones meteorológicas adversas de los últimos días y la llegada de un nuevo temporal llevaron a tomar esta decisión debido a los desprendimientos de tierra y piedras sobre la calzada, así como a la aparición de nuevas grietas.
Los operarios realizaron el corte, aproximadamente, en el kilómetro 8,5. Punto en el que se están produciendo los mayores desprendimientos. Los trabajadores colocaron una señal de desvío en la carretera de O Mazo. Ahora los vecinos se ven obligados a utilizar la pista de titularidad municipal que, según ellos mismos y Diputación, tampoco se encuentra en las mejores condiciones.
Precisamente, en el momento de abandonar el lugar, vecinos del pueblo cortaron el paso a los trabajadores de la empresa enviada por el organismo provincial, obligándoles a transitar por el desvío, lo cual fue imposible debido a la anchura del vehículo. Finalmente, y escoltados por agentes de la Guardia Civil, pudieron abandonar el lugar. Entre los vecinos se encontraban representantes políticos como el alcalde de Vilamartín, Enrique Álvarez Barreiro, su compañera en el concello Eva Arias, el alcalde de Petín Miguel Bautista y la teniente alcalde de A Rúa, María González Albert.
El proyecto de reforma elaborado por la Diputación determinó que son precisos 13 millones de euros para devolver la estabilidad a la vía, pero el alcalde ha apuntado que "pasan los años y la institución no ha hecho absolutamente nada". Por este motivo, desde el miércoles está encerrado en el concello.
Aunque la pista de tierra es propiedad del concello, el diputado Pablo Pérez ha ofrecido acondicionar la misma así como transporte público para los vecinos.