viernes. 19.04.2024

La llamada de la Selva

La historia más reciente de nuestro país se diluye en nuestras manos. Aunque hay quienes se han empeñado en que eso no ocurra, quieren parar el tiempo.

Alejandro Rodríguez y Carlos Tejerizo son dos personas que han unido esfuerzos para desenterrar, literalmente, piezas de un puzle que el tiempo sepultó bajo una ligera capa de tierra. Ligera porque el pasado que buscan no es tan pasado, porque de la Guerra Civil nos separan unos 80 años. Un corto espacio que hemos querido quizás, enterrar más profundamente de lo que en realidad está y que es necesario recuperar para memoria de todos.

Han venido a nuestra tierra sintiendo la llamada de la Selva, de la Ciudad de la Selva en este caso, un lugar apasionante, un escondite perfecto, un entramado de puntos clave urdido en una orografía única, que sólo se encuentra en los montes de Casaio, en Carballeda, y que llama a científicos de talla que quieren poner en valor, a escala europea, lo que allí han descubierto.

Buscan esa parte de la historia que no se encuentra en los libros, en los documentos, en los informes oficiales de aquella época tan convulsa para nuestro país. Buscan testimonios directos, pero a falta de ellos, se conforman con aquellos que pueden guiarles hasta el lugar que sólo tienen en su mente, que han guardado durante tantos años, que conservan intacto en su recuerdo y que ahora sirve a los expertos para descubrir la forma de vivir de quienes lucharon en una guerra entre hermanos.

El tiempo juega en su contra, en nuestra contra. La historia viva de quienes pueden contar cómo fue aquella guerra, se está perdiendo. Alejandro y Carlos creen incluso que ya llegamos tarde. Porque los que vivieron para contarlo, se están yendo. La ciencia arqueológica se acerca ahora a sus objetos, a sus pertenencias abandonadas en el lugar de escondite, para conectar con su vida de nuevo.

Y más aún. Después de hilar la historia, de conectarla con el presente, después de conseguir llegar donde no se había vuelto a pisar desde aquel tiempo, todo será puesto a disposición de quien quiera conocerlo. De quien quiera conocer parte de su historia.

En Europa quieren conocer nuestra historia, queramos también nosotros, porque será parte de nosotros mismos.

Raquel Cruz

La llamada de la Selva