
Hace cuatro año que Tamara y Bruno decidieron embarcarse en una nueva aventura: asumir la gerencia del Bar Ponte en Vilariño de Conso. Desde 2019 regentan este local que se encuentra antes de entrar en la ponte del pueblo —antes el bar y casa de comidas lo regentaba la familia de Tamara Barreira y llevaban más de 30 años con el negocio—. Allí, todo es casero y la especialidad es el cocido.

Cada día de la semana se prepara un menú del día compuesto, normalmente, por un plato de cuchara y un segundo. Los lunes, por ejemplo, es el día de los callos. Y de segundo, albóndigas. El miércoles, toca cocido. Pero también hay fideguá de marisco los viernes y otro de sus platos estrellas, el pollo al horno.

Además, en este restaurante podemos disfrutar cualquier día de la semana de cocido completo, cabrito o cordero asado, pollo guisado, bacalao, caza... Eso sí, todo ello con previa reserva. Son productos de la tierra de calidad excelente y elaborados como lo hacían antaño. Cuentan para ello con una cocina de leña donde el suave calor mima los platos.

Este local cuenta con dos comedores —uno de ellos con una galería acristalada con vistas a la cola del embalse de O Bao— y cafetería con una chimenea donde calentarse los días fríos del invierno. Su público principal son los obreros de la zona, que durante la semana no dudan en comer "de caliente" con el menú del día. Aunque también hay quien se desplaza para degustar el cocido. «Ha venido gente de fuera, de Viana, O Barco, Ourense...».
