
Uno de los proyectos más destacados que está llevando a cabo el Concello de Vilamartín es la transformación de la zona de As Covas. Tal y como explica su alcalde, Enrique Álvarez, en estos momentos las obras se concentran en la rúa Justino Ferrandiz. «Primero soterramos las canalizaciones de pluviales, fecales y las tuberías domésticas. Ahora, en la segunda fase, estamos colocando el cableado eléctrico y de telefonía. Lo siguiente, en la tercera fase, será terminar la calle, con un diseño que combine hormigón rayado en el centro y piedra en los laterales, como hicimos en la rúa O Caño», detalla el alcalde.
La inversión total rondará los 180.000 euros. Por su parte, las actuaciones en la rúa Compostela ya tienen la segunda fase preparada, pendiente únicamente de trámites administrativos, con un coste estimado similar. Además, se ha proyectado la mejora de otra calle de As Covas, con un presupuesto aproximado de 450.000 euros, cuya ejecución tendrá que dividirse en varias fases para que el Concello pueda asumir una cantidad tan elevada.
En este sentido, Enrique Álvarez no oculta su agradecimiento al plan CooperOU, puesto en marcha por la Diputación de Ourense, y que ha cambiado las reglas del juego para municipios pequeños como Vilamartín. «Antes solo disponíamos de 48.000 euros de los fondos de la Diputación, una cantidad que apenas daba para nada. Ahora, con estos casi 200.000 euros anuales, podemos afrontar proyectos mucho más ambiciosos», comenta. Sin embargo, reconoce que todavía hay margen para seguir aumentando estos recursos.
Este incremento ha permitido al Concello planificar obras para mejorar el dia a día de los vecinos y también para conservan el valor patrimonial del municipio. «Es fundamental que este reparto justo de fondos continúe. Por primera vez en años, los concellos pequeños no estamos en desventaja frente a los grandes», añade.
Otro de los proyectos destacados es la apertura de la carretera de emergencia en la zona de San Vicente. De momento, la prudencia aconseja no ponerla en servicio debido a algunos movimientos leves registrados en el terreno tras las lluvias de los últimos días. Álvarez confía en que pueda abrirse en primavera. «El terreno tiene que estar completamente asentado. No queremos arriesgarnos. De momento, los vecinos ya pueden disfrutar de esta zona como un espacio para caminar», asegura.
Por otro lado, Vilamartín sigue apostando por el senderismo como motor turístico. Tras la homologación de rutas como la de la Santa Compaña o la de la Loba de la Fada, ahora se busca subvención para poner en marcha la Ruta del Caballero Roldán. Este recorrido circular incluirá lugares como la fervenza de Penouta y el Castro, donde el Concello invierte anualmente entre 25.000 y 30.000 euros.
«Queremos que Vilamartín sea conocido por sus rutas y leyendas. Son una forma de atraer visitantes y, al mismo tiempo, ofrecer a los vecinos espacios donde disfrutar de nuestra riqueza natural y cultural», concluye Álvarez, invitando a vecinos de Vilamartín y de toda la comarca o caminar por estas sendas de leyenda.