
El delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, ha visitado este lunes Valdeorras y entre sus paradas se encontraba el Concello de Vilamartín. Allí se ha reunido con el alcalde, Enrique Álvarez Barreiro, que ha aprovechado para realizar una serie de peticiones.
La principal, un campo de fútbol en O Bañadoiro, necesario para el desarrollo de la actividad del CD Córgomo-Vilamartín, equipo de fútbol que echaba a andar esta temporada y que, desde el inicio de las obras, está jugando sus partido en el campiño de Viloira —O Barco—.
Hace meses que el regidor acudía al Consello Superior de Deportes para solicitar este campo que cuenta con una valoración de algo más de un millón de euros divididos en tres fases. La primera y más importante sería el propio terreno de juego, que tendría un coste de alrededor de 300.000 euros. Después, la creación de vestuarios y cantina, con un presupuesto de 200.000 euros. La última fase consistiría en la ejecución de las gradas. «Si no conseguimos la subvención tendremos que ver cómo hacemos, porque no van a jugar eternamente en O Barco», explicaba Álvarez.
Una petición que ha atendido el delegado, que ha prometido trasladar al Consello superior de deportes esta petición «para ver las posibilidades que existen».
Pero esta no ha sido la única petición realizada desde Vilamartín. Al campo se une la necesidad, ya trasladada hace tiempo al subdelegado en Ourense, Emilio González Afonso, de crear aceras entre el hotel A Lastra y la entrada al municipio.
Por otro lado, se ha solicitado la creación de un talón al talud que existen en la N-120 a la altura de Pizarras Gallegas para evitar los «sustos» que se llevan los peregrinos debido a la salida de los camiones en esta zona.
En la visita también han estado presentes el senador, Miguel Bautista, la alcaldesa de Petín, Raquel María Bautista, y el subdelegado del Gobierno, Emilio González Afonso.