El Concello mantiene la idea de sacar a concurso la antigua sede de la Cruz Roja de la N-120 cuyo trámite retrasa el intenso trabajo municipal
La reforma de la antigua sede de la Cruz Roja de Vilamartín, ubicada en el entorno de la N-120, está acabada y preparada para incorporar nuevos usos. El edificio luce renovado, en piedra natural y con un diseño pensado, planificado y acorde a su futura utilidad. El Concello mantiene firme la idea de reconvertirla en un punto de venta y degustación de productos gastronómicos, teniendo en cuenta que es un lugar de paso de cientos de vehículos al día.
El alcalde, Enrique Álvarez Barreiro, explica que el intenso trabajo que registran las dependencias municipales en las últimas semanas retrasa la elaboración de un pliego para sacarlo a concurso. «La idea era haberlo hecho antes, pero tenemos muchas cosas encima de la mesa y no ha habido tiempo material para ejecutarlo. En el momento en el que podamos, la idea es sacarlo a concurso», concretó.
El edificio está preparado ya como establecimiento para venta y degustación de productos típicos de la comarca de Valdeorras e, incluso, de otras vecinas como las de Quiroga (Lugo) y El Bierzo (León). No obstante, «si hubiese otras propuestas interesantes para el uso, siempre se pueden evaluar», matizó el alcalde.
La rehabilitación del edificio está completamente rematada, si bien queda algún «retal» en la fachada que asoma hacia la vía del tren, concretamente pintarla, detalle que no representa ningún obstáculo ni complejidad. Además, según indicó el regidor, el mobiliario del interior del inmueble, lo asumirá la persona que sea adjudicataria de la instalación. «No podemos invertir en el equipamiento porque no sabemos si tendrá demanda. Eso sí, el diseño se ha realizado para el uso previsto. Digamos que ahora está el continente y queda el contenido para el que lo quiera trabajar», argumenta Álvarez Barreiro.
El Concello asumió la reforma del inmueble, si bien la última parte de la misma se ejecutó a través de un obradoiro de emprego. Con esta iniciativa, Vilamartín aspira a ser un punto de «parada obligatoria» aprovechando su ubicación estratégica en la N-120, lugar de paso muy transitado por ser la N-120 la «arteria» principal de la comarca.
Texto: Susana Prieto
Fotografía: Sonia Rodríguez