San Miguel de Outeiro es un pueblo de cerca de 40 habitantes que se une para celebrar la Navidad con pasión e ilusión, encendiendo sus luces navideñas. Este tipo de iniciativas no solo promueven la cohesión comunitaria, sino que también realzan el espíritu festivo y animan a todos los vecinos a decorar sus hogares y espacios públicos, transformando el pueblo en un lugar de ensueño durante las fiestas.

La idea surgió de Tito en una de las múltiples reuniones que mantienen en la Casa del Pueblo. Y así, con el apoyo de todos, comenzaron a idear la decoración de las zonas comunes en la que participaron de forma directa: Tito, Manola, Emilia, Begoña, Pablo, Mª José, Paco y Pinto. Al mismo tiempo, el resto de moradores y ellos mismos, se centraron en la decoración de sus casas y en 15 días consiguieron que el pueblo brillara con luz propia.

El encendido lo programaron para el sábado 14 de diciembre, a las 18.30 horas, pero antes tenían que celebrar el trabajo bien hecho y para ello se juntaron para comer todos juntos en la Casa del Pueblo. El menú estuvo compuesto por empanadas, pizzas y dulces, que ellos mismos elaboraron en el horno comunitario. El 31 de diciembre será la próxima cita para brindar por el nuevo año.

La emoción embargó a todos los presentes cuando las luces se encendieron y todos juntos fueron recorriendo el pueblo para ver todos los rincones y las casas decoradas. En este trayecto ya comenzaron a idear las luces del próximo año y al mismo tiempo, con el entusiasmo del momento, Tito, anunció que habrá un premio de 100 € a la casa mejor decorada.