De una buena acción salen bonitas historias. Lo que parecía una simple jornada de limpieza en el río Sil acabó con un inesperado hallazgo que bien podría haber salido de una novela de aventuras. Entre bolsas, hierros y hasta un contenedor de basura, los voluntarios del Club de Pesca Spinning Valdeorras se encontraron con una botella de agua. Nada fuera de lo común… hasta que miraron dentro.
Allí había un mensaje. Una nota de alguien de O Barco que pedía que lo fueran a ver. Una historia atrapada en plástico, que recorrió poco trayecto pero que despertó mucha curiosidad. Desde este medio hemos intentado dar con el autor de la misiva, pero de momento sin éxito. No nos rendimos: si mandas un mensaje en una botella, lo mínimo que intentemos es cumplir tu deseo.
El mensaje que contiene la botella pone: Hola soy xxxx vivo en el Barco de Valdeorras, mi dirección es la calle xxxx número xx. Ven a verme amigo».
Grupo de voluntarios que participaron en la recogida de basura
Pero la limpieza del Sil va mucho más allá de este pequeño misterio. Como cada mes de marzo, el Club Spinning reunió a vecinos y voluntarios para retirar la basura de las orillas, en esta ocasión desde la desembocadura del Arroyo Pías hasta la Presa de Santiago en Valencia do Sil. No es la primera vez que el concello se suma a la causa. El propio alcalde, Enrique Álvarez, y la teniente de alcalde, Sherezade Núñez, se pusieron manos a la obra, demostrando que no todo en política son discursos.
El concello de Vilamartín aportó 200 sacos que al final de la jornada se llenaron
La jornada, como siempre, trajo sorpresas: objetos de todo tipo y tamaño, plásticos a montones y hasta un contenedor de basura. ¿Lo más frustrante? La basura que sigue flotando en el agua. Desde la organización piden a la Confederación Hidrográfica que les eche una mano: «No nos dejan meter barcas, así que mucha suciedad se queda dentro», explican.
Desde hace seis años, el Club de Pesca Spinning Valdeorras demuestra que la pasión por la pesca y el amor por la naturaleza van de la mano. Y sí, su labor sirve para limpiar el río, pero también para recordarnos que el Sil no es un vertedero y que cada pequeña acción cuenta.
Loa más pequeños del club no dudaron en colaborar en la recogida
La próxima vez que lances algo al agua, piénsalo dos veces. Puede que alguien lo encuentre... y no siempre será una buena historia.
