San Xoán de Río no quiere ser una excepción estadística, sino una prueba viviente de que el rural puede reinventarse. Así lo defendió su alcalde, Xosé Miguel Pérez, este lunes 31 de marzo en el Senado durante la presentación del estudio «España Rural 2025», elaborado por Next Educación. Allí recordó que, aunque hace cinco años el Wall Street Journal situaba su concello como una de las zonas más envejecidas de Europa, hoy es un referente de transformación.
El estudio revela que la mitad de los líderes rurales perciben avances en sus territorios, pero solo un 10 % los considera significativos. La mayoría coincide en que la vivienda, el empleo y el exceso de burocracia siguen siendo los principales obstáculos. Además, un 74 % se muestra en desacuerdo con la política del Gobierno frente al reto demográfico, y un 92 % cree que la España urbana no reconoce el esfuerzo del medio rural.
En este contexto, San Xoán de Río se alza como una rara avis. Su alcalde destacó la creación de la primera Startup Village certificada de España —en colaboración con A Pobra de Trives—, orientada a atraer talento joven y emprendimiento. También reivindicó la candidatura del municipio como Capital Rural Europea y su integración en redes de decisión como la EU Councillors del Comité de las Regiones.
Y las señales de reconocimiento ya han comenzado a llegar: San Xoán de Río acaba de ser seleccionado como finalista al premio Capital Europea de la Inclusión y la Diversidad 2025, junto a Parada de Sil, con el que comparte territorio, desafíos demográficos y una visión común de futuro. Ambas candidaturas compiten por separado en la categoría de localidades de menos de 50.000 habitantes, pero también han sido nominadas al premio especial de vivienda inclusiva.
La iniciativa local Mulleres de Río, que visibiliza el papel de las mujeres en la comunidad, ha sido clave en esta candidatura. Junto a este proyecto destacan otros como A metamorfose do parrulo feo, centrado en transformar aldeas en espacios bellos e inclusivos, o su participación en redes de aprendizaje rurales junto a Italia, Croacia y Rumanía, consolidan una visión de futuro donde el rural no solo sobrevive, sino que lidera.
«A lonxevidade dos pobos rurais non debe ser un epitafio, senón o prólogo dunha nova era de oportunidades», defendió Pérez. Y añadió una petición directa a las instituciones: «Todo isto que conseguimos foi con recursos limitados. Imaxinen o que poderiamos acadar cun maior apoio institucional». Frente a la desafección detectada en el estudio, San Xoán de Río lanza un mensaje claro: el rural no necesita compasión, sino inversión y confianza.
