La presencia del Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska ayer en A Pobra de Trives no pasó ayer desapercibida en la provincia y cerca de una docena de ganaderos aprovecharon la oportunidad para desplazarse a Trives para trasladarle al ministro su difícil situación por la crisis del sector. Después de momentos de tensión a la llegada del ministro, varios ganaderos consiguieron acceder al el mitin de Marlaska para pedirle el compromiso de todos los políticos con sus reivindicaciones y buscarles una situación.
Previamente, concentrados delante del restaurante donde se iba a celebrar el mitin, varios ganaderos no dudaron en trasladarle su malestar, con abucheos e incluso lanzaron gritos de "dimisión" mientras pedían soluciones a la crisis del campo.
La difícil situación del campo se trasladó también al mitin, y el propio Marlaska prometió que si Besteiro llega a la presidencia de la Xunta "pondrá punto y final al abandono en las políticas de lucha contra la despoblación en Ourense, frenando el éxodo de los vecinos y dotando de servicios al rural, para reforzar las cabeceras de comarca".
También la alcaldesa de Trives, Patricia Domínguez, mostró su respaldo y de todo el PSOE hacia el sector primario y garantizó el compromiso de que "este apoyo se traducirá en un compromiso serio y responsable para solventar los graves problemas económicos y laborales" que vive el rural por parte del Gobierno.
"Por eso hay que dar nuestro voto a quien va a pelear por nosotros ante el Gobierno central y ante Europa", apuntó la regidora socialista, quien aprovechó el mitin para pedir el voto para el PSOE, única formación que luchará contra problemáticas como la sanidad pública en el rural y para combatir la despoblación.
Trives vivió ayer una curiosa jornada electoral, con la coincidencia de Marlaska y del presidente del PP nacional Alberto Núñez Feijóo, en sendos mítines, que se celebraron en dos conocidos restaurantes de la localidad, que están a apenas trescientos metros de distancia.
Durante su intervención, el ministro criticó el cinismo como una "forma de hacer política" de Feijóo y del PP y defendió la gestión de los socialistas al frente del Gobierno.
Por su parte, Feijóo tiró de sorna al asegurar que "no tenía preparado" coincidir con el ministro en Trives y aclaró que lo que le parece "mal" que Marlaska vaya a Trives cuando no ha ido a "dar la cara" al Campo de Gibraltar.
El expresidente de la Xunta volvió a pedir "su dimisión" y pidió que en caso de que no se vaya voluntariamente, tendría que ser "cesado" por el presidente Pedro Sánchez.