¿A quién no le ha pasado que buscando algo ha hallado otra cosa? Eso fue precisamente lo que le ha ocurrido al párroco de Quiroga, Jesús Río quien, trabajando en un máster sobre heráldica, halló en la Biblioteca Virtual de Defensa los planos, datados en 1811, de la desaparecida fortaleza construida por encima del túnel romano de Montefurado, en Quiroga. «Hasta ahora no se habían podido localizar restos arqueológicos de esta supuesta construcción desaparecida, pero se conservaban algunas imágenes que mostraban las ruinas de una edificación», destacan desde el concello.
Aunque grabados y mapas confirman la existencia de esta construcción que dataría de 1809, hasta ahora no se habían podido encontrar yacimientos que confirmaran la existencia de la misma sí se conoce que se derrumbó en 1934. «Jesús Río, encargado de varias parroquias en el municipio, piensa que esta construcción comenzó a levantarse después de 1809 puesto que ese año fue cuando pasaron por la comarca las tropas francesas y aunque está documentado que en el lugar de Montefurado hubo una escaramuza entre los locales y las tropas napoleónicas nada se habla de esta torre defensiva, que seguramente sería de mucha utilidad dada su posición estratégica», destacan desde al ayuntamiento quirogués.
En el documento encontrado, una memoria militar, se explica que desde la zona de Valdeorras los únicos puntos por los que se puede cruzar el río Sil, un río que califica de caudaloso y encajado entre montañas, son Petín y Montefurado. En este punto estratégico por su «capacidad, localización e interés» fue donde lo Nacional Cuerpo de Ingenieros construyó una obra cerrada, «aspillerada», con troneras y en parte cubierta para servir de alojamiento a las tropas. En el lugar estarían destinados para servir de «piezas ligeras: 100 plazas de fusil, 2 sargentos, 4 cabos y 3 oficiales; además de 4 piezas de hierro de las que se encargarían 10 artilleros, 2 cabos, 1 sargento y 1 oficial». El documento datado el 1 de abril de 1811, menciona que se dota a la fortaleza de víveres y municiones para un mes.
Lo que pasó después con esta fortaleza es una incógnita pero sus ruinas desaparecieron con el derrumbe que sufrió la boca de salida del túnel y como apunta Jesús Río, muchas de las piedras que aún estaban en el lugar acabarían empleándose en alguna otra construcción.
Existen otros documentos que confirman dicha existencia. Entre ellos, un grabado realizado por el artista José Cappa publicado en 1888 en el número 38 de la revista «A Ilustración Española y Americana» muestra a forma de una fortificación ruinosa coronando el túnel. Otro grabado del siglo XIX, obra del pintor Daniel Urrabieta Vierge, habla del túnel y el castillo vistos desde Anguieiros. Un grabado que acompaña un artículo literario sobre Montefurado del periodista compostelano José Rúa Figueroa fue publicado en mayo de 1851 por el Semanario Pintoresco Español. O el mapa de la provincia de Lugo realizado por Francisco Coello en el que se pueden ver unas ruinas por encima del túnel de Montefurado antes de su derrumbamiento en el año 1934. Eran las pocas imágenes que se habían encontrado sobre las ruinas que coronaban el túnel de Montefurado.