
El Descenso Internacional do Sil del sábado 13 de septiembre dejó momentos inolvidables para los palistas y para el público que se agolpó en las orillas del río.
Entre percances en la salida, emoción por competir en casa y la satisfacción de sumar victorias, nueve protagonistas compartieron sus vivencias tras la prueba. Desde los hermanos Prada, vencedores absolutos, hasta la juventud emergente de Carlota Díaz, todos coincidieron en destacar la dureza de la regata y la ilusión de subirse al podio en O Barco.
«Ganar en nuestro río es muy especial»: Adrián y Raúl Prada, vencedores absolutos del Descenso
Los hermanos Prada alcanzaron lo más alto del podio en el mismo río en el que crecieron como palistas. Para Adrián, la victoria en casa es «un sentimiento muy especial, porque aquí fue donde aprendimos a remar». Raúl coincidía en que, aunque no era la regata más importante del año, «poder ganar delante de tu gente siempre es especial».
Adrián llegaba además de participar en el Campeonato del Mundo en Hungría, lo que convirtió la victoria en un broche a una temporada exigente. Ambos destacaron la emoción de compartir triunfo en K2 como hermanos, con un abrazo final que resumió años de esfuerzo y sacrificio.
«Remontamos desde el último puesto hasta la segunda plaza»: Jesús Rodríguez y Miguel Fernández, segundos clasificados en K2
Un percance en la salida complicó la regata de esta pareja: la piragua chocó contra un muro, doblando la proa y obligando a Miguel a achicar agua con la mano mientras remaba. Aun así, lograron remontar posiciones hasta alcanzar un meritorio segundo puesto.
«Tuvimos de todo, pero lo importante es luchar y llegar hasta el final», señalaba Miguel. Jesús, por su parte, puso en valor el trabajo del Club Fluvial Barco, que terminó tercero en la clasificación por equipos pese a enfrentarse a clubes con mayor número de palistas.
«El cachón fue un espectáculo»: Kissy Torres y Emma Vía, campeonas absolutas femeninas en K2
Las vencedoras en categoría femenina disfrutaron de un río con mucho caudal y de un descenso «divertido y entretenido». Para Kissy Torres, la clave estuvo en la experiencia y en la estrategia: «Los ríos hay que remarlos, siempre pueden surgir imprevistos».
Ambas recordaron el paso por el cachón como uno de los momentos más espectaculares: «Nos dio tiempo a bajarlo, dar la vuelta, mirar para arriba y saludar al DJ», relataban entre risas. Una mezcla de veteranía, complicidad y disfrute que las volvió a llevar a lo más alto.
«Cuarenta años después, seguimos disfrutando como el primer día»: Fernando García Viso y Miguel Ángel Fernández, campeones veteranos en K2
Con más de cuatro décadas remando el Sil, Fernando y Miguel Ángel celebraron juntos una victoria que les devolvió a sus inicios. «La primera vez que bajamos este río juntos fue en 1990», recordaban.
Para ambos, competir en veteranos significa saborear cada palada con más calma y más disfrute: «Ahora prácticamente no remo nada, pero estas regatas las disfruto más que antes», confesaba Fernando. Una victoria que demuestra que la pasión por el río no entiende de edades.
«Los nervios me jugaron una mala pasada, pero logré ganar»: Carlota Díaz, campeona juvenil femenina
La joven palista barquense se impuso en la categoría juvenil a pesar de un vuelco en el cachón que la obligó a rehacerse durante la bajada. «Fue una regata complicada, pero logré acabar y estoy muy contenta», aseguraba.
Carlota, que arrastraba molestias físicas desde el inicio de la temporada, cierra así el año con un triunfo que le da confianza para seguir creciendo en el piragüismo: «Acabar con buenos resultados compensa todo el esfuerzo».