jueves. 05.06.2025

Cuidado con las garrapatas, pueden transmitir enfermedades peligrosas

Por eso es importante mantener a las mascotas desparasitadas. Otro de los grandes peligros para nuestros animales es la procesionaria que empieza a verse ya en algunos puntos de la comarca
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Cuidado con las garrapatas, pueden transmitir enfermedades peligrosas

Si hay algo que preocupa a cualquier dueño de perro, es la cantidad de amenazas que acechan en el campo y los parques. Entre ellas, las garrapatas y la procesionaria del pino se llevan la palma. A diferencia de otros parásitos estacionales, las garrapatas están presentes todo el año. Aunque su actividad aumenta con el calor, en zonas templadas pueden encontrarse incluso en invierno. Lo preocupante es que no solo son molestas, sino que pueden transmitir enfermedades graves tanto a los perros como a los humanos. Una de las más conocidas es la enfermedad de Lyme, pero hay muchas más.

«Las garrapatas no discriminan entre especies, así que si salimos al campo también estamos en riesgo», advierte Adolfo. Por eso, es fundamental mantener a las mascotas desparasitadas de forma continua, sin descuidos ni interrupciones. Existen distintas opciones para la desparasitación: collares que duran meses, pipetas mensuales, pastillas que protegen durante tres meses o sprays. «Lo importante es ser constantes y no olvidar ni un solo mes, porque basta un descuido para que el perro quede expuesto», recomienda el veterinario.

Para quienes tienden a olvidar estas rutinas, los collares de larga duración pueden ser una buena solución, aunque no todos los perros los toleran. Adol

fo recuerda el caso de un perro que desarrolló una reacción alérgica a un collar concreto y tuvo que cambiar de método. «Cada animal es un mundo, y hay que adaptar la prevención a sus necesidades».

Procesionaria del pino: un peligro silencioso

Si las garrapatas pueden transmitir enfermedades, la procesionaria del pino puede causar estragos en cuestión de minutos. Estas orugas, que descienden de los árboles en primavera, parecen inofensivas, pero suponen un gran peligro para perros y personas. «Sus pelos urticantes contienen una toxina llamada taumetopina, que puede provocar reacciones alérgicas severas e incluso necrosis en los tejidos», explica Adolfo.

Los perros, por su curiosidad natural, son los principales afectados. «Si lamen o muerden una oruga, la lengua puede inflamarse hasta el punto de volverse amoratada y, en los casos más graves, necrosarse y caerse». Una imagen aterradora, pero que los veterinarios ven cada año. Aunque es poco frecuente, Adolfo también ha conocido casos de perros que han fallecido por contacto con la procesionaria.

La solución, de nuevo, es la prevención: evitar las zonas de pinares durante la temporada de procesionaria. «Es fácil de esquivar porque se mueve muy despacio. Si la ves, simplemente cambia de camino», aconseja el veterinario. También recomienda llevar a los perros con correa en zonas de riesgo y vigilar bien el suelo.

Además de estos dos peligros principales, Adolfo insiste en la importancia de mantener un calendario de vacunación y desparasitación actualizado. «Tener una mascota es una responsabilidad. No puede opinar ni decidir qué tratamiento es mejor para ella, así que depende de nosotros garantizar su bienestar», concluye.

Las garrapatas no desaparecen en invierno y la procesionaria puede aparecer antes de lo previsto si las temperaturas suben. Por eso, la mejor protección es la prevención constante. El buen tiempo anima a salir más con nuestros perros, pero también trae consigo riesgos que no podemos ignorar. Con información y precaución, podemos disfrutar del aire libre sin sobresaltos.

Cuidado con las garrapatas, pueden transmitir enfermedades peligrosas