No todo el vino nace de una gran bodega. A veces, brota en una cova. Entre piedra, humedad y silencio. Así empezó Cova da Xabreira, una de las bodegas más jóvenes de Valdeorras, que este fin de semana se suma de nuevo a la XXVI Feira do Viño con dos vinos muy especiales y una filosofía que va mucho más allá del embotellado.
Simón Val, su responsable, lo cuenta sin pretensiones: «Empezamos recuperando dos covas en Seadur, haciendo vino con amigos y sirviendo comida. Vimos que gustaba, y seguimos». Hoy, el proyecto ha crecido, tiene una bodega moderna, una línea de vinos propia y un propósito claro: hacer de la cultura del vino una experiencia que merezca la pena vivir.
A la feria llevará las dos referencias que tiene ahora en el mercado: Cova da Xabreira Godello 2024, elaborado ya en las nuevas instalaciones, y Castro Cabanelas, un monovarietal de mencía que pone el foco en la uva y el paisaje. Ambos podrán catarse en su stand, donde además compartirán con el público los nuevos lanzamientos que preparan: varietales de brancellao, merenzao, garnacha tintorera y una mezcla en tinto que saldrá bajo el nombre de Castelnodres.
Pero más allá del vino, Simón insiste en lo que lo mueve: el vínculo con Seadur, con Valdeorras, con su gente. «Esto es más que una bodega. Es una manera de recuperar lo que fuimos y contarlo desde lo que somos», afirma. Por eso han apostado también por el enoturismo, con visitas y experiencias que arrancan en las viñas y terminan en las covas, ahora declaradas Ben de Interese Cultural.
Entre sus próximos planes está la ruta Viñas de Seadur, que combinará paseo, historia, paisaje y cata. Será semanal y arrancará en verano. Porque, como dice Simón, sus vinos son mucho más que un vino en una copa. Son memoria, paisaje, identidad. Y esa vivencia es justo lo que quieren ofrecer este fin de semana en la feria.
Puedes escuchar la entrevista completa aquí