La Denominación de Origen Valdeorras cierra 2025 como uno de los ejercicios más intensos y significativos de su trayectoria reciente. Un año de trabajo constante, con una agenda casi ininterrumpida, marcado por la presencia en ferias nacionales e internacionales, la visita de prescriptores de primer nivel y una estrategia clara: reforzar la marca Valdeorras desde la calidad, la identidad y una forma de avanzar sin prisas.
Así lo resume el presidente del Consello Regulador, Marcos Prada Ginzo. «Fue un año muy intenso, no paramos en ningún momento», afirma, en referencia a un esfuerzo sostenido para dar a conocer los vinos de la denominación y poner en valor «la excelencia del trabajo que realizan bodegueros y viticultores».
El tamaño de la denominación condiciona la estrategia. «Somos una denominación de origen pequeña y la única forma que tenemos de competir es haciendo una calidad excelente», explica Prada Ginzo. Una apuesta que huye de las prisas y que se apoya en una idea muy concreta del territorio y del producto. «Nosotros valoramos lo pequeño, hacerlo poco a poco, pero bien».
Ese enfoque ha sido el hilo conductor de un año simbólico para Valdeorras, en el que se han celebrado dos aniversarios clave: los 80 años de la puesta en marcha de la denominación de origen y el 50 aniversario del Plan Revival de recuperación del viñedo, hitos que refuerzan el vínculo entre pasado, presente y futuro.
Prescriptores, ferias y visibilidad internacional
A lo largo de 2025, Valdeorras recibió la visita de algunos de los nombres más influyentes del sector vitivinícola a nivel nacional e internacional. Master of Wine, sumilleres, periodistas especializados y expertos del mundo del vino cataron y conocieron de primera mano el trabajo de las bodegas amparadas.
«Queríamos que profundizasen más en nuestros productos y que comprobasen que, independientemente de la bodega, todos tienen ya un perfil de calidad muy alto y excelente», explica el presidente del Consello Regulador.
De forma paralela, la denominación estuvo presente en algunas de las principales citas del sector, como Barcelona Wine Week, ProWein en Düsseldorf, el Salón Gourmets de Madrid, FENAVIN, Gastrónoma en Valencia o Verema Sevilla, además del Salón de los Vinos y Aguardientes de Galicia celebrado en Dinamarca.
Ese trabajo de promoción y posicionamiento tuvo reflejo también en los premios. Sorte O Soro 2023, de Rafael Palacios, logró reconocimientos de máximo nivel, entre ellos los 100 puntos en la Guía Peñín y su inclusión en los Premios Liga del 100. A Cercada 2024, de Bodegas Santa Marta, fue distinguido por la Unión Española de Catadores, reforzando la imagen de Valdeorras como territorio de vinos de alto nivel.
El impacto de los incendios
El verano marcó un punto de inflexión con los incendios que afectaron a la comarca en plena vendimia. «Fue una piedra que se nos puso en el camino», reconoce Prada Ginzo. «Arrasó casi con toda la comarca y tuvimos que luchar mucho para que no nos afectara tanto, aunque fue casi imposible».
Pese a ello, la vendimia concluyó con una uva «de salud y calidad excelentes» y dejó una lectura positiva: el papel del viñedo como elemento de protección del territorio. «Gracias a las viñas, los incendios no entraron en los subnúcleos urbanos. Fueron nuestros héroes», subraya.
De esa experiencia surgió también la firma de un convenio con el sello europeo Fire Wine, orientado a poner en valor la función del viñedo en la prevención de incendios y en la conservación de la biodiversidad. «No solo elaboramos vino, también protegemos nuestro entorno», insiste el presidente del Consello.
2025 fue también el año en el que Valdeorras se convirtió en la primera denominación de origen española en ser partner oficial de la WSET, un paso relevante en su proyección internacional. A ello se sumó la presentación de la nueva imagen bajo el lema «El valor de lo pequeño» y el estreno de un spot protagonizado por viticultores de la comarca.
«Quisimos plasmar lo que somos», explica Prada Ginzo. «El vino sale de nuestra tierra, de nuestra gente y de nuestra cultura». Un homenaje explícito a la tradición y al conocimiento de las personas mayores, a quienes define como «la gran experta de nuestro sector».
Mirada puesta en 2026
Con cerca de 40 bodegas amparadas y un creciente interés de grupos vitivinícolas nacionales por invertir en la zona, Valdeorras encara 2026 con una hoja de ruta continuista. «Seguir promocionando, poner en valor nuestra marca y que la gente nos conozca y pruebe nuestros productos», resume el presidente del Consello Regulador.
Definir 2025 en una sola palabra no resulta sencillo, pero el balance es claro. «Dentro de todos los pros y los contras, fue un año muy bueno. Estamos muy contentos con el trabajo realizado desde el Consello, las bodegas, los viticultores y la gente de Valdeorras».








