Una pareja de multimillonarios españoles, un viaje a Tanzania y una aventura en el continente africano. Este matrimonio decide organizar una cena en su casa donde invitan a un grupo selecto de amigos para proponerles esta excursión, que evidentemente no es únicamente turística.
Todos ellos han sido seleccionados en función de la fortuna que poseen o de sus relaciones con este continente. El objetivo, comprar una extensión de terreno en Tanzania para construir un resort de lujo y encontrar un mineral sin explotar del que adueñarse y con el que enriquecerse.
Ese es el motivo por el que todos los que integran el grupo tienen que ser multimillonarios, con tres excepciones, un doctor que se dedica a una ciencia poco tradicional, un presunto político que se mueve bien en las embajadas africanas, y una fotógrafa, que añade al grupo como su acompañante uno de los ricos que lo componen. Aquí no todo es lo que parece.
La escritora nos muestra el lado más oscuro y cruel del ser humano, ese en el que solo busca lucrarse cueste lo que cueste sin tener en cuenta los intereses del resto del mundo, creyendo que con dinero y poder todo se puede conseguir. Pero el grupo protagonista se va a encontraran con algo que no espera: África saca su lado más salvaje y está dispuesta a vengarse de ellos de un modo cruel.
Los personajes de la novela tienen algo en común son fríos, codiciosos, insolidarios, egoístas, caprichosos, vanidosos…un dechado de virtudes. Son varios los temas que se abordan en la trama de “El santuario de los elefantes” donde destacaría esa imagen perversa del ser humano donde los asuntos económicos, sociales y políticos están presentes e invitan al lector a reflexionar.
No puedo dejar de lado la maravillosa y acertada ambientación de la novela, es una de esas lecturas en las que desde el sofá de tu casa consigues trasladarte a cada uno de los escenarios de la historia.
En definitiva, “El santuario de los elefantes” es una historia que tras su lectura te lleva a meditar y a pensar si los seres humanos nos creemos tan superiores a muchas cosas y sin embargo muchas veces actuamos de forma incorrecta, egoísta.
