Edelmiro Mateo llega a nuestra redacción con una sonrisa afable en su rostro y su acordeón a la espalda. Antes de sentarse, lo saca de su funda y empieza a tocar. «Este es un vals brasileiro, Boas compañeiras». La pieza, alegre y pegadiza, comienza a sonar, y al preguntarle por qué eligió esta canción, responde: «Yo al llegar aquí me encontré como en familia y se me vino esta melodía a la cabeza porque todas las melodías tienen un recuerdo y una pequeña dedicatoria».
Nacido en 1963 en Verín, Edelmiro creció rodeado de la música que su madre cantaba en casa. Su pasión comenzó temprano, a los nueve años, cuando se aventuró con una guitarra. Sin maestros en su pueblo, su aprendizaje fue autodidacta, con el apoyo de Manuel Paradela. Con los años, la vida le llevó a los Salesianos de Ourense y de paso, al Conservatorio, para luego explorar nuevas influencias en ciudades como León y Valladolid, siempre compaginándolo con sus estudios de Filosofía.
'Árbore do Pan' la vida de en la cabeza de una castaña
Pero el motivo que le trae de visita estos días a O Barco, no es la música. Edelmiro tiene otra pasión, la escritura. Este jueves 14 de noviembre, presenta su último libro, el sexto de su bibliografía, 'Árbore do Pan', una obra en la que continúa explorando las tradiciones de su tierra. «Siempre he sentido una gran conexión con los elementos que definen la vida aquí», comenta.
Cuando le preguntamos el porqué de su interés en estos temas, reflexiona: «Disfruto mucho con la sabiduría popular, con el conocimiento que nos trajeron de atrás. Y quiero, de alguna manera, conservarlo para transmitirlo a otras generaciones, que algún día se interesen por ello. Y la mejor manera es ponerlo en un libro porque es el mejor modo de conservar lo que está casi desaparecido».
Por eso le gusta acudir a colegios para tocar su acordeón y para presentar su obra. Así lo hizo esta mañana en el instituto Lauro Olmo: «Yo las experiencias que tengo en la presentación de libros en colegios. Son muy, muy positivas. Porque primero anima a la gente a leer», reflexiona. Pero además, «cuando alguien viene a traer un aporte de ideas diferentes. Pues es un día totalmente distinto», concluye.
Su vida artística comenzó con la música, pero su amor por las letras también ha sido una constante. Nos explica que ha explorado distintos géneros en sus obras, también narrativa de ficción, pero es en el cuento y en la novela educativa donde se siente más «alegre y satisfecho».
Y cuando le preguntamos por el motivo, contesta «las novelas de ficción eran necesarias después de la posguerra, porque la humanidad no sabía soñar, pero ahora ya todos sabemos soñar, y necesitamos más realidades que sueños, y este libro es un poco sobre la realidad».
La entrevista transcurre saltando entre sus dos pasiones, la literatura y la música. Sobre esta última, reconoce el papel de su familia en su recorrido artístico. Su padre le regaló su primer acordeón, un instrumento que define como «el instrumento que se toca y que está más cerca del corazón» y por eso es el que más aprecia. Ha formado parte de agrupaciones musicales de todo tipo: Corales, rondallas, grupos de acordeones hasta música electrónica.
Hoy le acompaña Quique, de la Asociación Música Alternativa Valdeorras (AMAVA), en la presentación de su obra. Quique destaca el valor de su presencia: «Es una oportunidad única para conocer a alguien como él, que aporta una visión singular del mundo a través de sus libros».
Para Edelmiro Mateo, tanto la música como la literatura son formas de dialogar con su comunidad y con la memoria colectiva de su tierra. Con cada acorde y cada palabra, nos invita a un mundo donde la tradición y la modernidad se encuentran, preservando la esencia de lo que significa pertenecer a un lugar y a una cultura.
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