Alegría, amor y pasión por la música son los tres ingredientes que los 15 miembros del Coro Santa Rita de O Barco ponen en todas sus actuaciones. Y es que este conjunto, dirigido por Silvina Bravo lleva 16 años actuando y poniendo la melodía a diferentes celebraciones de la vida, sean o no religiosas.
Tal y como destaca la directora, cada jueves se reúnen para preparar sus actuaciones que se amoldan a “la situación que hay que vivir”. Ya sean bodas, bautizos, certámenes, fiestas “o incluso algún funeral”, los miembros de este coro adaptan su repertorio al lugar donde van. Y su lista de bolos ya es extensa, destacando en la última temporada las actuaciones en la Catedral de León, Santiago, Lugo, Betanzos, la televisión Galega, las fiestas de la Virgen de la Encina y en Fátima o la próxima en la madrileña Catedral de la Almudena. “Es precioso actuar en una Catedral porque la resonancia de las voces es diferente”, afirma la directora.
Una de las características del Coro de Santa Rita es su amplia diversidad y su ambivalencia ya que adaptan su actuación a los temas “más formales” pero también a aquellos que admiten una mayor diversión.
Y es que la directora es la que prepara el repertorio poniéndose de acuerdo con la persona que les contrata y, aunque la base del coro no suele cambiar, asegura que están abiertos a nuevas incorporaciones. “Yo soy de la creencia de que todo el mundo puede cantar. Si puedes hablar, puedes cantar”, asegura.
Así, los miembros del coro subrayan la “paciencia” que tiene la directora pero también la unión de todos los miembros. “No hay peleas ni guerras, hay alegrías”, puntualizan para destacar que el coro sirve como una actividad cultural pero también para disfrutar de un rato de comunidad mientras practican una de las artes del ser humano, el canto.
