
El pasado 25 de junio se celebraba el Día Mundial del Vitíligo, una enfermedad que suele quedarse en un segundo plano de la información. Por ese motivo, contactamos con Ignacio Suárez Conde, dermatólogo del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense. Cabe recordar que esta es una afección estética y no contagiosa.
Somos Comarca: ¿Qué es exactamente esta enfermedad?
Ignacio Suárez: El vitíligo es una enfermedad que lo que produce es una despigmentación de la piel. Es de origen autoinmune, es decir, nuestro sistema inmunitario ataca esas células, pero lo que no se conoce completamente es por qué. Hay ciertos factores genéticos, hereditarios, pero no son todos, y luego factores externos que pueden favorecerlo. La causa última de por qué nuestro sistema inmunitario empieza a atacar a los melanocitos y los destruye, no se sabe correctamente.
SC: Hay algunos factores que aún no se conocen, pero ¿se está haciendo estudios sobre esta afección?
IS: Sí, que no haya información no quiere decir que no se haya estudiado. Se conocen muchas de las claves de esa cadena por la cual pasa. Lo que no se conoce es la causa última. Hay muy pocas enfermedades que se sepan exactamente por qué se producen. Hay factores de riesgo, la herencia, determinadas otras enfermedades autoinmunes, el estrés... Pero, ¿por qué le pasa a una persona y a otra no? Eso es lo que se desconoce.
SC: ¿Existen personas más propensas a tener vitíligo que otras?
—Si las personas tienen antecedentes familiares de vitíligo, si tienes otra enfermedad autoinmune, por ejemplo, si tienes un problema de tiroides, hay más probabilidades, pero son pocas. Todos son pequeños ladrillos que van sumando para llegar a desarrollar la enfermedad algún día, o no, pero no por el tipo de piel. Da igual que tengas la piel oscura o que tengas la piel clara. Eso no influye.
—SC: ¿El vitíligo se va desarrollando con el tiempo o se puede nacer con la afección?
IS: Se va a desarrollar porque los melanocitos al nacimiento no funcionan completamente. De hecho, los melanocitos de los recién nacidos están un poco inmaduros. Normalmente, aparece la juventud, alrededor de los 20 años, aunque puede aparecer a cualquier edad.
SC: ¿Se pueden realizar pruebas para saber si se tiene el gen?
IS: No hay ninguna prueba, porque no hay un solo gen. Existe una cierta predisposición, pero hay implicadas muchas dianas genéticas que no se pueden medir, porque no siempre es genético. Se suele diagnosticar porque el paciente nota una mancha blanca, en muchas ocasiones, después del verano.
SC: Muchas otras enfermedades se categorizan en tipos, ¿el vitíligo también?
IS: Sí, se ha intentado hacer muchas clasificaciones. Normalmente, la clasificamos como localizado, cuando es en muy poquitos sitios. A veces hay zonas muy típicas, que son algunas zonas de la cara, las muñecas, los tobillos, las ingles y la zona genital. Existen casos que son generalizados, en los cuales esas manchas aparecen por muchas zonas del cuerpo. Incluso puede haber casos en que se pierda prácticamente todo el color del cuerpo. A mayores hay un tipo especial que se llama vitíligo segmentario, que afecta únicamente en un lado del cuerpo.
SC: Dependiendo del tipo de vitíligo, ¿hay un tratamiento?
IS: Se han ensayado muchos tratamientos a lo largo de la historia. Hasta ahora no hay ninguna medicación que sea completamente eficaz. Hay pacientes que no responden a nada y otros responden a lo primero que se les da. Existen diversos tratamientos, desde medicaciones tópicas hasta terapia con luz ultravioleta o medicaciones sistémicas.
El problema es que al ser una patología que no afecta a la salud, es un problema solo estético, el hacer tratamientos muy agresivos no estaría muy indicado. Comienzan a existir moléculas nuevas y tratamientos muy esperanzadores que están dando buenos resultados, pero habrá que ver si esos tratamientos llegan a nuestro sistema de salud. El futuro es prometedor, pero hay que ver cómo va evolucionando.