
El proyecto cuenta con un presupuesto de casi 100.000 euros para el diseño e implementación de herramientas para certificar el origen de los vinos
El Consejo Regulador de la D.O. Valdeorras es la entidad encargada de coordinar el grupo operativo autónomico Galivino, que trabaja en el diseño e implementación de herramientas para certificar el origen de los vinos gallegos. Junto a la D.O., participan en el proyecto la Agencia Gallega para la Calidad de los Alimentos, a través de EVEGA, la Universidad de Vigo y la Fundación Empresa-Universidad Gallega.
El proyecto cuenta con un presupuesto de casi 100.000 euros, de los que el 75% procede de fondos europeos. Jose Luís García Pando, presidente de la D.O., explica que el propósito final de Galivino es «desarrollar modelos de predicción de origen en vinos de las denominaciones de origen gallegas que permitan evitar el fraude, garantizar la trazabilidad de la producción vitivinícola y poner valor las variedades autóctonas».
Desde la D.O. explican que el control de la calidad del vino y la veracidad de su origen representa «una demanda creciente» para muchos consumidores. Por este motivo, el proyecto Galivino propondrá nuevas técnicas y metodologías que permitirán certificar el origen de los vinos gallegos y proporcionar claves de diferenciación por denominación de origen, variedad de uva y cosecha. Todo esto contribuirá a «aumentar la competitividad» y «abrir nuevos mercados» para los vinos gallegos, concluye el presidente del Consejo Regulador.
Entre los objetivos específicos del proyecto Galivino, comprender las diferencias entre las características analizadas en los vinos, ya sean blancos o tintos, teniendo en cuenta la interacción entre las D. O., variedad de uvas y cosecha. Obtener una base de datos con perfiles de vinos gallegos de diferentes denominaciones de origen. Desarrollar e implementar una metodología rápida y efectiva y protocolos de toma de decisiones para autentificar el origen de los vinos gallegos y preparar un informe de resultados y recomendaciones. Favorecer los vinos gallegos diferenciados con valor añadido.
El proyecto Galivino tendrá en los bodegueros y viticultores a sus grandes beneficiarios, pero también ayudará a optimizar el trabajo de los consejos reguladores y las denominaciones de origen; de los agricultores, de las empresas de explotación y transformación; de los centros de investigación y de las administraciones públicas relacionadas con la agricultura y el desarrollo rural.