Las fiestas gastronómicas de Valdeorras suponen un recorrido por su cocina más tradicional
El buen yantar toma un significado propio en toda Valdeorras y las localidades aledañas, más en los meses de puro invierno cuando las cocinas de las casas comienzan a humear después de una buena matanza donde el cerdo ha dejado condimento para pasar el frío invierno.
Las fiestas gastronómicas en Valdeorras se han consolidado como una de las principales atracciones turísticas de la comarca, destacándose no solo por su variada y deliciosa oferta culinaria, sino también por el ambiente festivo y la celebración de las tradiciones más arraigadas.Y es que unen tanto la gastronomía local como la cultura popular en una sinfonía única de olores y sabores siendo una cita ineludible para quienes desean conocer el verdadero sabor de la comarca.
Eso sí, cada localidad tiene su plato especial y todos ellos un sitio único en la mesa del buen valdeorrés, porque como ya dijo José María Rodríguez en forma de verso, Valdeorras sabe aprovechar un cerdo
Do mar o mero, e do Barco o botelo
Cualquier barquense defenderá, y con razón, que el botelo es distinto al botillo berciano. El plato estrella valdeorrés, es uno de más emblemáticos de la gastronomía local, y el primero en abrir el calendario festivo. “É un produto cárnico resultante da mestura de costela (mínimo 70%) e coiros de pel, magro, osos da cabeza e outros osos con carne (espiñazo e outros osos con carne nunca máis do 15% do total), obtidos a partir de despezamentos de porco, ben adubados e embutidos en cegos, estómagos ou vexigas, tamén de porco, que posteriormente se someten a un proceso de afumado con leña de carballo e curación. O seu consumo realizase trala cocción”, así explican desde el concello qué es este plato que el próximo 18 de enero celebra su edición número XXIII poniendo a más de 1.100 personas a disfrutar de los cantos de taberna, a divertirse con el pregón previo y a rendir homenaje a todos esos hosteleros que ponen mejor sabor a la vida.
No descansan mucho los estómagos valdeorreses y es que XVI edición da Festa do Codillo que también se celebrará en el mes de enero y que pone en el centro de la mesa una menú a base de consomé, codillo de cerdo, grelos, cachelos, chorizo, sorbete de limón, bica, torta, vios con D.O. Valdeorras, café y licores. Una celebración que el pasado año tuvo un enfoque especial, algo en lo que el concello ya está trabajando para la edición de este año.
Pero si en cuestión de gastronomía se trata, la fiesta de la Vitela de O Bolo no se queda atrás. El pleno Sábado Santo, los vecinos de la localidad rompen el ayuno con una celebración donde la protagonista indiscutible es la carne de ternera de la comarca bolesa. El menú incluye sopa, vitela, chorizo, roscón, bica y café.
Androlla y folion
Saliendo de Valdeorras, hay una fiesta gastronómica que nadie se puede perder, la Androlla en Viana do Bolo, uno de los eventos más esperados del invierno. Este festival, que se celebra el Domingo Gordo de Carnaval, pone en valor uno de los embutidos más característicos de la zona: la androlla.Esta fiesta es una comida multitudinaria que tiene lugar después del desfile de fuliones y que acoge a más de 3.000 comensales en el interior del pabellón polideportivo y en sus alrededores.
El menú comienza con un caldo con “croutóns”, seguido de los cachelos con grelos, lacón, chorizo y androlla. Depués le sigue un cordero asado con ensalada. El menú termina con la "bica" de Viana y la tradicional “queimada”.
La androlla es un embutido típico de la comarca de Viana, que se hace en tripa gorda, ahumada como un chorizo y rellena de costilla de cerdo cortada y adobada con carne, todo sazonado con sal, pimiento dulce y picante y un poco de ajo. Necesita ahumarse durante diez días y secarse durante unos dos meses antes de estar lista para cocinar.
Cordero en Larouco y de postre, bica de Trives
Ya en el mes de mayo llega el turno del cordero de Larouco, una de las más antiguas dado que este año celebra su edición número XVIII. El menú, como marca la tradición, está integrado por entremeses, empanada, cordero con ensalada, postre, café y chupito. La música es una de las grandes protagonistas también en esta celebración
Pasando los codos de Larouco, y el río Bibei, se llega a Trives donde la bica es reina. Su fiesta, que se celebra en los meses estivales, es la más antigua y por eso este bizcocho compuesto de harina, huevos, azúcar y manteca no es solo el postre típico de A Pobra de Trives sino que es muy apreciado también en el resto de Galicia.La comida popular suele incluir empanada de cachena, cerdo ao espeto con guarnición y bica, además de café y licor.
Y para acabar el año, la Freba en Petín, que se celebra el fin de semana antes del puente de diciembre y es una de las festividades más singulares de la comarca. El menú de la celebración consiste, tal y como marca la tradición, en consomé, chorizos, frebas a la brasa y postre
En todos estos eventos, lo que predomina es la calidez de la gente y el orgullo de compartir las tradiciones culinarias que forman parte del día a día de los habitantes de Valdeorras. Cada fiesta es una oportunidad para conocer no solo los sabores autóctonos, sino también las costumbres y la historia que han forjado la identidad de esta comarca gallega.
Valdeorras se reafirma como un destino imprescindible para los amantes de la gastronomía, donde cada plato y cada fiesta son una ventana abierta a la rica cultura de la región, con su enfoque en los productos locales y la tradición.