
La Ponte Nova de Sobradelo que comunica las dos márgenes del Sil a su paso por la capital del concello de Carballeda brilla con luz propia. El alumbrado exterior es hoy una realidad.
La obra licitada en el verano pasado, luce hoy más bella, si cabe, con la iluminación de los siete arcos y de la calzada superior, así como en los paramentos exteriores. Esta actuación pone en valor este puente con más de 350 años de antigüedad.
Fue sometida a un proceso importante de conservación que comenzó con la limpieza de la estructura —los paramentos y la restauración de las fábricas en áreas puntuales—. Se sellaron las juntas y los huecos y se sustituyó el aglomerado asfáltico del firme por un empedrado que tiene dos texturas para diferenciar el lugar de paso de los peatones al de los vehículos. Además, se recuperaron las salidas de agua que tenía la calzada en los dos laterales que estaban todas tapadas.
Cabe recordar que la Ponte Nova está catalogada como bien patrimonial de la Xunta y es el único puente de acceso existente en Sobradelo. El puente formaba parte del antiguo Camino Real del Bierzo a Galicia. Consta de siete arcos y seis pilares, que sostienen una calzada de 100 metros de longitud y cinco de anchura.
