
Casi medio siglo han estado las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul cuidando y guardando a los más pequeños de A Rúa. Pero ahora, con la llegada de septiembre, las tres monjas que quedaban viviendo en Fontei han cerrado su comunidad y abandonado la localidad valdeorresa tras una emotiva despedida.
El obispo de la diócesis de Astorga, Jesús Fernández quiso estar presente en este momento celebrando una Misa de Acción de Gracias en la parroquia de Nuestra Señora de Fátima, en Fontei.

Las hermanas llegaron en 1965 para sustituir a otra congregación y así poder formar en guardería, educación infantil y primaria a los más pequeños de la zona junto con el colegio Pablo VI. Además de ayudar en las labores parroquiales como catequistas, también se volcaron con los más desfavorecidos en sus dos asociaciones, Voluntarias de Hijas de la Caridad y Medalla Milagrosa.
En el acto de despedida, además del obispo también estuvo presente el vicario de pastoral, José Manuel Carrasco quien armonizó la celebración, el Arcipreste de Galicia y Delegado de Religiosos, Juan José Prieto, la Hermana Visitadora, la Ecónoma y Consejeras de la Congregación y todos los sacerdotes de la zona. Además de exalumnos y familiares que acompañaron en esta despedida a las hermanas.
La comunidad sufrió ya un varapalo este año con el fallecimiento de sor Celestina en el mes de febrero. Actualmente sólo quedaban tres Hijas de la Caridad y ya desde 2021 la Guardería se integró con el Colegio Pablo VI.
Pero A Rúa siempre ha estado muy vinculada a las Hijas de la Caridad gracias a todas las labores de colaboración con la comunidad que las monjas han llevado a cabo durante su presencia de 48 años.

Cabe señalar que una de las mártires de la orden era natural, precisamente, de Fontei. Sor Ramona Cao nació en la localidad en 1883 y fue asesinada en 1936.