
El licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Santiago de Compostela, en la especialidad de Geografía, Historia y Arte de Galicia, Antonio Castro Voces tiene como empeño dar a conocer Historias de la Historia. Es decir, relatar hechos y personajes que han marcado el devenir de la comarca de Valdeorras.
En esta ocasión, el personaje es Don Pedro de Losada y Quiroga quien fuera cura y una de las mentes más brillantes nacidas en Valdeorras en el siglo XVII.
Aunque existen discrepancias respecto al año exacto de su nacimiento fue a principios de 1600. Nació en O Castro y estudio en los Jesuitas en Monforte de Lemos.
Allí se hizo cura, era sobrino de Baltasar Moscoso y Quiroga, un ilustre personaje que llego a ser cardenal primado de España. "Don Pedro sigue los pasos que va marcando su tío, acompañándolo en su peregrinaje pro España ocupando cargos que él le va preparando", destaca Castro Voces.
Así encontramos que en 1619 Don Pedro ocupa el cargo de racionero de la Catedral de Jaén. Este era un miembro del Cabildo, en un cargo menor. En el año 46 se traslada a Toledo donde Don Baltasar fue nombrado arzobispo de la Catedral de Toledo que conlleva un título de primado de las Españas y le acompaña Don Pedro que llegó a ocupar el cargo de capiscol de la Catedral. Este era un miembro destacado del coro y es que como “buen valdeorrés más de una noche de verano participaría en las cantarenas de la comarca”asegura Castro Voces. Se distinguió principalmente en temas de letras y leyes y escribió varios libros siendo el más importante “Defensa del patrimonio y privilegios de las Españas a través de Santiago Cebedeo” donde se da importancia de su capacidad intelectual.
En la década de 1650 vuelve a Valdeorras y funda el mayorazgo en la Casa Palacio de O Castro. Una casa que se había comenzado a construir en 1630. Unos años antes había hecho una fundación en la iglesia de Santa María do Castro para recibir sepultura cuando falleciera. Doto a la fundación de una paga de trigo que serviría para arreglos y gastos de la iglesia.
Falleció en 1660 y en su testamento dejo escrito la creación de una capilla, de San Pedro Ad Vincula, que es la que está al lado del Pazo do Castro y ordena que 12 personas, vestidas de pobres acompañen al cadáver al cementerio. También que se digan 500 misas en el convento de los Franciscanos en Villafranca, otras tantas en el convento de Cabeza de Alba, entre Corullón y Toral de los Vados, otras 500 en el Colegio de los Dominicos de Monforte y otras 500 en la parroquia de Santa María de Castro.
Al día siguiente de su fallecimiento se lee su testamento y se hace el inventario post morten. En el testamento deja como heredero a Don Juan de Quiroga y Losada, su sobrino.
Sus bienes fueron 12 o 14 casas en distintos pueblos de la comarca y una gran cantidad de prados, viñas, tierras de cultivo así como obras de arte. Cuando se hizo el inventariado de su biblioteca una persona, licenciada en leyes, tan solo se inventarían tres libros, tal y como ha destacado Castro Voces. Un hecho curioso en una persona de letras.