La localidad fue la meta de la etapa en una jornada donde la tónica dominante fue el sofocante calor
La Pilgrim Race deja atrás la competición y los corredores se convirten ahora en peregrinos cambiando el desafío a contrarreloj por el disfrute a través del Camiño de Inverno. Toda una experiencia, eso sí, bajo un calor sofocante. Esta vez, la meta fue Vilamartín. Aquí se vivió toda una fiesta, siendo este evento deportivo todo un acontecimiento. La localidad desplegó toda su atención y una gran acogida para todos y cada uno de los ciclistas.
Pedalada tras pedalada, los y las participantes fueron llegando a la citada localidad bajo la mirada atenta y la admiración del público. Entre los corredores, y en representación de Valdeorras, estuvieron José López, del Club Peña Trevinca, y Diego Seco.
La próxima parada será la Ribeira Sacra lucense. Y el 6 de julio llegarán al mismísimo corazón del Camino de Santiago, dando las últimas pedaladas en la Praza do Obradoiro.
La Pilgrim Race no pasó desaparecibida.