Los tres hermanos vivos suman 290 años y se han reunido junto a familiares y vecinos para celebrar el centenario de Laura
El pueblo de Covas en el Concello de Rubiá rindió homenaje a su vecina centenaria, Laura Álvarez. Una misa a las doce de la mañana a la que asistió acompañada de su familia, vecinos y amigos, daba el pistoletazo de salida a esta entrañable celebración. Luego de hacerle entrega, en la puerta de la iglesia, de una preciosa placa conmemorativa y un ramo de flores, todos se dirigieron a la plaza del pueblo, no sin antes posar para la foto de familia. A escasos metros de la casa que la vio nacer un ágape para los asistentes hecho por los vecinos.
No todos los días se celebra el centenario pero parece que a la familia Álvarez esto de cumplir años se le da de maravilla. «Todos pasan de los 90», nos cuenta Carmen, una de sus vecinas, refiriéndose a la edad de los tres hermanos vivos. Laura es la segunda de cinco hermanos Gonzalo y Antonio, que ya fallecieron el último con 96 hace dos años. Laura, Jacinto y Luisa, suman entre los tres 289 años; tienen 99, 96 y 94 respectivamente. Se ha hecho coincidir la celebración con el fin de semana para que pudiesen estar todos presentes, pero no cumplirá los 100 hasta el próximo 4 de diciembre.
« Son de Covas, nacín en Covas, caseime en Covas, bauticeime en Covas, fixen a primeira comunión» así de contundente y de carrerilla reafirmaba Laura su procedencia. Esta mujer que se casó con Sabino hace más de 70 años tiene dos hijas, Laura y Adela. Su esposo era guarda freno en RENFE —ser trabajador en la empresa de ferrocarril era algo común en los pueblos donde había una estación por los años 50-60—, falleció joven lo que la obligó a trabajar y luchar por las dos chicas.
Si quieres escuchar a Laura no tienes más que hacer click en el siguiente enlace:
Vive en Monforte desde hace más de 60 años, pero no ha dejado de volver al pueblo durante todo este tiempo. La matanza, la recogida de las castañas, la fiestas patronales a la Virgen del Rosario, de la cual es muy devota, son la escusa perfecta para volver a su «amada» Covas. «Nunca se olvidó de su pueblo querido», nos dice Carmen, una vecina que junto al nieto de Laura, Victor, organizaron este homenaje.
En los últimos años su falta de movilidad, —tiene que trasladarse en silla de ruedas— le impide viajar a Covas con la frecuencia que desearía. Hoy lo ha hecho a lo grande, rodeada de sus dos hijas, su dos nietos Celia y Victor y de dos de sus tres biznietos, Yago yElena. María no estuvo presente ya que tiene tan sólo cuatro meses y vive lejos, aclaró Celia, su madre.
«Todo o de Covas me gusta. Quérolle mentras que viva e cuando morra levoa conmigo. Vivo en Monforte, pero son de Covas», afirmaba Laura, una enamorada de su pueblo al que lleva en lo más profundo de su ser.
Así hablaron sus hijas Laura y Adela y su nieta Celia: