El diseñador de joyas tiene su taller en O Barco y ha recibido recientemente dos premios por su buen hacer y su visión del mundo de la joyería
Santiago Prada Gómez comienza a triunfar en el mundo de la joyería. Este artesano, artista y «escultor» de joyas de autor ha ganado recientemente varios premios, un reconocimiento a su buen hacer y a su visión del mundo de la joyería. Así, obtuvo uno de los «Spanish Arab Fashion» y fue también Premios Nacional a la Excelencia Empresarial y Profesional PRENAMO, que otorga la Asociación de Nuevos y Jóvenes Diseñadores.
Este diseñador de joyas de O Barco tiene su taller en este municipio. Aquí realiza todo el proceso para «esculpir» con suma precisión sus joyas de autor: diseño en 3D, pulido, esmaltado y engastado. Primero realiza el diseño 3D en el ordenador, de ahí pasa a la impresora. Así convierte una pieza digital en analógica, es decir, en pieza física de cera, una especie de molde que después un fundidor emplea para las reproducciones que precisa.
«En la joyería de autor nosotros intentamos crear tendencia», dice. Haciendo un símil con la pintura, argumenta que la joya que se va a crear siempre es un lienzo en blanco para la que se escoge con mucho mimo los materiales y formas.
Aún cuando se expresa siempre en plural, con el «nosotros», es sólo la proyección de su deseo para alcanzar su próximo reto: contar con una plantilla de tres personas, un proyecto que piensa materializar pronto. Porque hasta ahora, hace esta tarea artesanal en solitario. «Estamos en un punto en el que no puedo cubrir la solicitud de trabajo encima de la mesa y mi idea es crear tres puestos de trabajo», expresa.
Otra iniciativa inmediata de Santiago Prada es la creación de una página web, que verá la luz antes de que finalice el año y la producción en serie de una colección de joyas.
La comercialización en joyerías de Galicia, Castilla y León, Asturias y País Vasco y Madrid. Son piezas únicas, exclusivas y a precios muy asequibles. Además, todas llevan gemas con sus correspondientes certificados gemológico y de artesanía de Galicia.
Marcar la diferencia con el sello de autor, buenos acabados y gemas, sin elevar el precio de una joya es lo que le ha valido el reciente premio de PRENAMO. «Una mariposa, por ejemplo, con un rubí engastado a mano, pulido a mano y puesta en casa del consumidor cuesta entre 80 y 100 euros», relata.
Santiago Prada se aventuró en el mundo de las joyas, mitad azar, mitad tradición. Su abuelo tenía un pequeño bazar en la calle Oscura de O Barco en el que además de todo tipo de objetos vendía alguna joya . «Mi familia siempre estuvo ligada, en cierto modo a la joyería porque mis padres abrieron una en O Barco en 2003, Joyería Sara. Y tengo una hermana que es profesional también del sector», explica.
En 2007, Santiago Prada trabajó en el sector de la construcción, que abandonó 2009 por la crisis inmobiliaria. Entonces, pasó a las filas del paro. Fue en este momento cuando le surgió hacer un curso de gemología en la Escuela del Atlántico. Y «me enganchó, hasta el punto que estudié gemología durante ocho años».
Y así siguió su camino en este gremio, una carrera que va en ascenso.
Texto y fotografías: Susana Prieto