Estuvo organizado por un grupo de madres y padres con el fin
de pasar una tarde divertida
Los niños y niñas de Viloira disfrutaron ayer de una singular tarde de truco o trato «terrorífico». Un grupo integrado por unas 70 personas recorrió las calles de Viloira en busca de dulces y emociones.
Partieron de los jardines de la Casa Grande de Viloira donde una mesa «aquelárrica» con calabazas iluminadas les aguardaba. Salieron por el portón que da a la plaza y se dirigieron hacia la iglesia donde se hallaba un nuevo punto de golosinas.
Desde allí por la calle Iglesia de Viloira se dirigieron hacia la calle Portela para bajar de nuevo por la rúa Cimadevilla —en la confluencia de Portela y Cimadevilla de nuevo otro punto de «lambonadas»—. Al llegar a la plaza de Viloira en el fondo oeste se hallaba otro grupo de padres aguardando a los niños que luego se dirigieron hacia la calle Elena Quiroga, donde al lado de la casa de los camineros estaba situado otro punto de dulces. No podía faltar la visita terrorífica a las inmediaciones del cementerio para acabar en un local cedido por el establecimiento Hostelero Casa Ignacio donde les aguardó una gran merendola.
Es el segundo año que este grupo de padres organiza la
actividad aunque este año de manera diferente. El año pasado fueron 40 los
participantes y el sistema era que los niños y niñas iban por la casa de los
participantes, pero como había un gran trayecto entre las viviendas este año
decidieron hacer este recorrido, donde los niños y los no tan niños pasaron una
«dulce» tarde
divertida.