En la tarde de ayer sábado día 28 de abril, una vecina de O Barco, residente en la urbanización Las Huertas, enviaba a Protección Civil de O Bolo unas fotos de un tipo de nido de insecto que le resultaba sospechoso. Enseguida, varios agentes se personaban en su chalet, acompañados por miembros del GES Valdeorras, después de haber comprobado que se trataba de una especie de avispa considerada invasora, la vespa velutina, conocida también como avispa asiática. Armando Rodríguez, presidente de la Asociación de Apicultores de Valdeorras, confirmaba el hallazgo y era quien se encargaba de atrapar a la avispa reina y eliminar los cinco huevos que ya contenía el nido.
“Lo que interesa es cazar a la reina” explica Armando, “de hecho, lo que debe hacerse es dejar el nido en su sitio después de eliminar los huevos para que otra reina lo tome como nueva casa”. De esta forma, tal y como relata, sólo habrá un sitio donde aniden y no cientos repartidos por lugares que no están localizados, “se pueden llegar a meter hasta más de cien reinas en el mismo nido, con lo que puedes llegar a tener controlados hasta cerca de 4.000 individuos”.
Para Armando, “era cuestión de tiempo que la avispa llegase a nuestra comarca, de hecho no lo ha hecho antes por la temperatura, porque no era la propicia”, asegura. Cuenta que a la altura del río Quiroga, provincia de Lugo, ya se han destruido dos nidos de avispa autóctona y opina que la entrada de la especie invasora pueda ser la zona del río Soldón. Pero a ciencia cierta “es muy difícil saberlo porque puede entrar casi de cualquier forma, de hecho, estábamos esperando su entrada a través del río Sil”. Pronostica que este año toda la comunidad gallega puede verse afectada por la eclosión de esta especie.
Cuenta Armando que “la vespa velutina abandona el nido en el mes de septiembre u octubre para refugiarse del frío del invierno en cualquier agujero”. Después, llegado el buen tiempo, sale para buscar comida y realizar un nuevo nido donde poner los huevos. De ahí saldrán nuevas avispas obreras que ayudarán a traer comida, así ella podrá quedarse en el nido para seguir procreando. Llegado el mes de junio o julio, el nido albergará a entre 80 y 100 individuos, por lo que será abandonado el nido primario para dirigirse a otro secundario que construirán, aquí en Valdeorras, “en las copas de los chopos frente al río, un vergel para ellas en el que conseguir comida”. A finales de agosto morirán las obreras y la reina volverá a refugiarse para sobrevivir otro invierno y comenzar el ciclo de nuevo cuando vuelva el calor.
“La vespa velutina busca el calor que puede dar la casa donde vive el ser humano, las cornisas, los galpones, las bodegas, garajes, etc.”, explica. Es por ello que anima a los vecinos que puedan sospechar de cualquier nido que encuentren a que den el aviso para exterminarlas. Esta avispa es mortal para muchos insectos y, lo que es más importante y devastador, para otras razas autóctonas gallegas de avispas, como la vespa crabro.
No descarta el director de la Asociación de Apicultores, solicitar ayuda al concello de O Barco para emprender acciones que ayuden a exterminarla ahora en primavera, trampeando las zonas susceptibles, para evitar que siga reproduciéndose.