Más de 700 competidores se daban cita este fin de semana en el Campeonato de España Cadete, Júnior y Sub 21 de Karate en el Pabellón Lidia Valentín de Ponferrada, en la vecina comarca berciana. Tres eran los representantes del kárate valdeorrés que competían por el Club River Stone, dirigido por el sensei Nicolás Rodríguez, quien también es director técnico del Club de Karate Ponferrada y organizador del evento. A pesar de que para este maestro la celebración de la cita en la ciudad suponía un sueño cumplido, lo cierto es que la suerte no acompañaba en esta ocasión a los de Valdeorras y ninguno conseguía subirse al podio.
Paula Ramos lograba una evolución en su trabajo de kata, en la categoría Sub-21, y conseguía disputar la pelea por el bronce con un kata bien ejecutado frente a una rival que finalmente le arrebataba el metal y la colocaba en cuarta posición de la clasificación. Lucía Herrero acudía a la cita con problemas de sobrecarga en las piernas pero dispuesta a todo. En el tatami de kumite júnior femenino, se encontraba con una rival que conseguía desarmarla de la peor forma: un fuerte golpe en la boca hacía al árbitro detener el combate y al médico acudir en asistencia, aunque Lucía decidía continuar. A pesar de la sanción recibida por la rival, ésta conseguía arrebatarle el combate a la valdeorresa. El tercero de los nuestros, Luis Martínez, también caía en primera ronda clasificatoria en kata júnior masculino.
La respuesta por parte del público no pudo ser mejor. Los parkings aledaños al estadio y el pabellón se llenaban desde primera hora del sábado de automóviles y autobuses provenientes de todos los rincones de España. Las gradas bullían y esa efervescencia se contagiaba entre el público asistente. La competición de kata comenzaba temprano; las finales llegaban sobre las 12.30 horas del sábado. Y antes de disputarlas, una sorpresa mayúscula. La recién coronada como campeona del mundo, Sandra Sánchez, se descalzaba para entrar en el tatami, esta vez para dirigirse a los allí congregados a través de un micrófono en la que fue su primera intervención pública de este tipo tras su logro en la final mundial. Un discurso aplaudido, dirigido principalmente a los competidores, a los que aconsejó dejarse la piel en cada entrenamiento pero sin olvidar «que detrás de cada karateka hay una persona».