
El concello de Vilamartín de Valdeorras está finalizando las obras que comenzaron en 2016 en los distintos pueblos del municipio. Son obras que ayudan a mejorar los espacios de convivencia de los habitantes de cada pueblo. En los últimos días del año fueron las obras en Cernego y en la zona de O Bañadoiro en las que se centró el concello.
Uno de estos trabajos fue la Plaza de Cernego que comenzó en verano para que los vecinos tengan un espacio amplio en el que disfrutar del ocio. Esta obra pudo hacerse gracias a la colaboración vecinal para el derrumbe de varias casas cedidas al concello. Los materiales, en buen estado, tales como vigas y piedra, están siendo reutilizados en otros lugares como en la restauración del antiguo edificio de Cruz Roja.
Otro de los trabajos a finalizar es la balaustrada que se está haciendo en la zona de O Bañadoiro. Los participantes en el obradoiro de empleo son los que están realizando los nuevos tramos de la barandilla de piedra y acondicionamiento del suelo de las zonas rematadas. Además se ha realizado un paso de tierra específico para la zona por la que discurre el Camiño de Inverno.
Entre los objetivos para el presente año, 2017, está el arreglo del saneamiento en el municipio. “Temos roturas constantes por tubaxes (tuberías) en mal estado”, señaló el alcalde Enrique Álvarez Barreiro tal y como publican en la web del concello.
Las canalizaciones soterradas de agua presentan constantes problemas de averías. “As tubaxes están vellas, hai anos que terían que ser cambiadas, pero como é un traballo que non se ve, só sae á luz cando hai avarías”. El cambio de colectores generales como tuberías de fecales o pluviales y las de agua de consumo humano se convierten en una prioridad para la que esperan contar con una partida presupuestaria así como tener ayudas de entes supramunicipales. “A intención é ir facendo estes traballos nas rúas principais dos pobos ao non ser que haxa emerxencias” destacó el regidor.
Estos trabajos ya se realizaron en Córgomo donde las aguas pluviales se mezclaban con las fecales y en el caso de abundante lluvia entraban en las casas. Estos trabajos tuvieron una subvención de la Diputación de Ourense de 52.500 euros y el concello aportó 20.000 euros. Cuando finalicen estas labores quedará por arreglar la carretera y hacer las aceras al mismo nivel.