El concello se plantea contratar a una empresa externa ya que no basta con los tres operarios de la brigada
La "Fase 0" ha llegado al concello de Vilamartín y sus vecinos ya comienzan a salir a las calles. Eso sí, lo puedan hacer sin depender del horario, ya que hay menos de 5.000 habitantes. El coronavirus, por el momento, continúa respetando al municipio ya que no se han dado nuevos casos. «En estos momentos estamos relativamente bien. Hay tranquilidad y normalidad», asegura su alcalde, Enrique Álvarez.
Ahora la preocupación del concello se centra en los desbroces. La climatología de las últimas semanas, donde la lluvia y el sol han sido protagonistas, están provocando el crecimiento exagerado de las hierbas. «El problema es que la brigada es muy pequeña, ahora hay 3 operarios. Tenemos al fontanero y al electricista desarrollando también esta labor».
Y es que el consistorio no pudo sacar un concurso público para contratar a un operario que desbrozara con tractor, ya que estos procesos están paralizados por la crisis sanitaria. «Si la próxima semana no tenemos la posibilidad de que entre gente, tendremos que contratar una empresa. Esto nos costará más dinero, pero tiene también pros, porque así esa empresa tendrá trabajo».
Obras en marcha
Otra de las ocupaciones que tiene en estos momentos el concello de Vilamartín son las obras. Tras la parada motivada por el coronavirus, estas labores se han reanudado y se centran, principalmente, en Arnado, Arcos y el Camiño de Inverno. En el primer caso se trata de la realización de los pendellos faladoiros «y una reestructuración de la plaza para definir dónde va el parque, los aparcamientos, la fuente... creo que va a quedar un buen trabajo y bonito».
En Arcos las actuaciones se centran en el camino da Pinguela, una zona por la que apenas pasaba un coche y que gracias a cesiones de vecinos tendrá 8 metros.
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