
La reconstrucción del Ponte da Barxa en O Bolo se está convirtiendo en un arma política en el concello valdeorrés. Y es que después de que el actual equipo de gobierno anunciara un convenio con la Diputación de Ourense y la Confederación Hidrográfica del Miño Sil, CHMS, para llevar a cabo la citada obra, el PP, partido que gobernaba durante la demolición del puente, acuso al actual alcalde de no haberse molestado en acudir a las oficinas provinciales hasta que no hubo una fecha de firma.
Desde el actual equipo de gobierno, del PSOE, acusan al PP de “no mover ni un solo papel” para tratar de solucionar este problema y que la negociación llevada a cabo “no fue firmada” por ninguna de las partes involucradas.
Aseguran que los concejales actuales fueron quienes dieron comienzo la proceso burocrático “y si se hubiera hecho desde el principio ahorraría miles de euros”, puntualizan. También subrayan que el concello trabajo para que las partes implicadas en el proyecto asumieran la mayor parte del coste de reconstrucción, tal y como ya se anunció.
Las actuaciones consisten en la demolición completa de la actual obra de paso para sustituirla por nueva estructura. Estará composta/compuesta de una ponte pórtico de 17,50 metros de luz libre, y 6,50 metros de ancho dividido en 5,50 metros para zona calzada y 0,50 metros en cada uno de los dos laterales para disponer los sistemas de protección.
Desde el año 2019, esta infraestructura está siendo una de las principales preocupaciones del ayuntamiento bolés. De hecho, este proyecto estaba hecho en el 2021. Recordar que fue en ese mismo año cuando el ex alcalde, Manuel Corzo, mantenía una reunión con el antiguo presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, quien le trasladaba que la solución pasaba por construir una nueva infraestructura.