Con apenas 792 habitantes, O Bolo ha logrado lo que muchos núcleos rurales aspiran a conseguir: atraer a visitantes de todas las regiones. Este municipio gallego se ha convertido, así, en paso obligado para todos aquellos que buscan historia, cultura y naturaleza en sus escapadas. Entre marzo y diciembre de 2024, un total de 3.579 personas visitaron el Santuario das Ermidas, el Castelo do Bolo y el Museo Yosso, unos datos que colocan a la localidad como un destino turístico importante.
Agosto, como era de esperar, fue el mes con más afluencia, pero lo que sorprendió este año fue el auge del turismo en meses menos tradicionales como abril y octubre. Este fenómeno, impulsado por excursiones organizadas por agencias de viajes, apunta hacia una desestacionalización del turismo en esta zona.
El concello tiene clara la explicación a estos datos. La participación en ferias como Intur, en Valladolid, permitió estrechar lazos con agencias de viajes y promocionar sus recursos. Este esfuerzo ya está dando resultados, con el Santuario y el Castelo incluidos en rutas de un día o como complemento de itinerarios más amplios.
Visitantes y recomendaciones locales
Si nos fijamos en la procedencia de los turistas, la mayoría, viven en Galicia (60 %), seguidos de Madrid, Cataluña, Castilla y León, y el País Vasco, según los datos facilitados por el concello. Además, la vuelta de emigrantes desde Francia y Cataluña durante el verano contribuyó a las visitas. Un dato curioso es el papel de los propios vecinos de Valdeorras, quienes actúan como anfitriones y “embajadores” al recibir a familiares y amigos en sus casas, recomendándoles conocer los tesoros de O Bolo.
Pero los atractivos de esta localidad no se limitan a su rico patrimonio. 2024 estuvo cargado de iniciativas que enriquecieron la oferta turística. Desde los actos del cuarto centenario del Santuario das Ermidas hasta la andaina lúdico-cultural del Museo Yosso, pasando por la Feira Irmandiña, experiencias únicas, aseguran desde O Bolo, que atrajeron tanto a visitantes habituales como a nuevos curiosos.
A pesar de estos logros, el Concello ha identificado un reto: muchos visitantes desconocen que el Castelo do Bolo es la única fortaleza visitable de Valdeorras. Para el próximo año, el objetivo será reforzar su promoción y captar aún más turistas, consolidando la identidad cultural y patrimonial de la comarca.
En el balance de turistas que publica el ayuntamiento, destaca además los grandes elogios recibidos por el servicio de turismo, liderado por la guía Soledad Figueroa, con datos que reflejan un alto nivel de satisfacción entre los visitantes. Por eso, aseguran, que este 2024 no solo marcó un aumento en el número de visitantes, sino que también sentó las bases para un futuro prometedor. Con sus paisajes, su historia y la hospitalidad de sus vecinos, O Bolo invita a todos a descubrir un lugar que sigue sorprendiendo.
