Fátima A. ha sido declarada culpable del homicidio de Leticia Sanabria, con la agravante de abuso de superioridad. Así lo ha decidido este lunes el jurado popular, formado por siete mujeres y dos hombres, tras una semana de juicio celebrada en la Audiencia Provincial de Ourense. El veredicto fue adoptado por mayoría de siete votos, el mínimo necesario para declarar la culpabilidad en un tribunal popular.
Los hechos ocurrieron en septiembre de 2021 en O Barco de Valdeorras. Leticia, de 29 años y nacionalidad paraguaya, apareció muerta en la habitación del piso que compartía con la acusada. Su cuerpo presentaba signos de asfixia. La investigación descartó el robo violento y apuntó a una muerte sin testigos ni huida forzada: los objetos de valor seguían en el domicilio; solo faltaban los teléfonos móviles y unos 9.000 euros en efectivo.
El jurado ha concluido que fue Fátima quien la mató, y que lo hizo aprovechándose de una posición de superioridad que impidió a la víctima defenderse. En cambio, han descartado el asesinato, al no considerar probado un ataque sorpresivo ni un plan premeditado.
Tras conocerse el veredicto, las partes ajustaron sus peticiones de pena. La Fiscalía ha elevado su solicitud de 12 a 13 años de prisión, al incorporar la agravante. La acusación particular ha reclamado 14 años, mientras que la defensa ha pedido un máximo de 10 años, solicitando además que se tenga en cuenta la atenuante de dilaciones indebidas, por el tiempo transcurrido entre los hechos y la celebración del juicio.
Durante la vista oral, las acusaciones sostuvieron que la acusada mató a Leticia tras una discusión, posiblemente por dinero. Apuntaron a un método de asfixia con un objeto blando —una diadema con restos de ADN o un peluche— y una posterior limpieza del escenario: lavadora en marcha de madrugada, rastro digital manipulado en los teléfonos móviles, que nunca aparecieron, y una llamada al 061 que la Fiscalía tildó de «sobreactuación».
La acusación particular añadió que Fátima estaba obsesionada con Leticia, que le debía 11.000 euros y que sentía envidia por sus planes de abandonar la prostitución y regresar a Paraguay, donde estaba construyendo una casa.
La acusada habló por primera vez el jueves. Lloró durante toda su declaración. Aseguró que la relación con Leticia era buena, negó cualquier deuda y afirmó que solo intentaba protegerla de su entorno, incluida su familia y un exnovio que, según dijo, la acosaba. La defensa insistió en que no hay pruebas directas que vinculen a Fátima con la muerte, ni restos biológicos, ni huellas, y que todo se basa en conjeturas.
El magistrado-presidente del tribunal dictará ahora sentencia, ajustándose al veredicto del jurado. Será él quien determine la pena exacta. Fátima A. permanece en prisión provisional desde noviembre de 2021.
