La programación teatral del Teatro Lauro Olmo se despide este viernes con la obra «Territorios de liberdade», una coproducción galego-portuguesa que, según la concelleira de Cultura, Margarida Pizcueta, «merece moito a pena». Esta cita marca el final de una temporada «intensa» y con cifras de público históricas, tras haber apostado por propuestas más ambiciosas y arriesgadas.
La pieza de la compañía Tanzarina Teatro pondrá el broche final a un cuatrimestre en el que la cultura volvió a llenar el patio de butacas. «Foi un experimento que saíu ben», resume la edil, quien destaca el éxito de un modelo que ha combinado espectáculos subvencionados con otros fuera de las redes públicas, en los que el Concello asumió más riesgos económicos. «Puxemos entradas a 18 euros e o público respondeu. Iso dinos que a calidade gústanos a todos, independentemente do que custe», señala.
Pizcueta subraya que esta respuesta abre la puerta a nuevas fórmulas en la programación futura. De hecho, ya está trabajando en la próxima temporada, que no arrancará hasta después das Festas do Cristo. «Mentres non vai frío, á xente cústalle entrar ao teatro. E a enerxía non é a mesma cun teatro cheo que con vinte persoas. Así que mellor parar e volver con forza», reflexiona.
Del teatro aos maios
Concluido este ciclo, la cultura en O Barco no se detiene. En mayo llegarán los maios y las letras gallegas, y en junio, el Ciclo de Perto, en agosto O Terrason y ya en septiembre, las Festas do Cristo. «Un sen parar», dice entre risas Pizcueta, quien asegura no aburrirse nunca.
Coincidiendo con el Día do Libro, la concelleira ha compartido sus lecturas favoritas, entre las que están Castelao, Saramago, García Márquez o Delibes. Reconoce que no lee bestsellers ni thrillers —«son moi medosa»—, pero que disfruta con títulos que la invitan a pensar, como El pequeño libro del estoicismo. «Axudoume moito a ter outra perspectiva da vida», confiesa. Y lanza una recomendación: Agnes va a morir, una novela que ha querido releer por la huella que le dejó.
