La Patrulla Felina de O Barco hace un balance del 2022 muy poco esperanzador. “Ha sido un año fastidiado, con tan sólo seis adopciones y dos acogidas”, relata una de las responsables, Lucía Pérez.
Desde la asociación lamentan que el refugio está “hasta arriba” y siguen apareciendo gatos día tras día, desde adultos a bebés e incluso camadas enteras. Por este motivo y debido a que la cantidad de pienso donado ha bajado, Patrulla Felina sigue pidiendo para el próximo año que la gente aporte lo que pueda, pero sobre todo “pienso, dinero y adopciones que sean responsables”.
Además, aclaran que las personas que forman parte de la asociación “somos voluntarias y también tenemos nuestros trabajos”. Aun así, una de las responsables, Lucía Pérez, aclara que “para el 2023 seguiremos haciendo todo lo que esté en nuestra mano para ayudar tanto a los gatos del refugio como a los de las colonias”.
Los incendios de julio, una piedra más en el camino
Como si las dificultades fueran pocas, los incendios que azotaron Valdeorras el pasado julio se quedaron a la puerta del refugio de Patrulla Felina. “Tuvimos que desalojar todo en cuestión de dos horas porque las llamas se nos echaban encima”, relata Lucía Pérez.
Así, con la ayuda de algunos vecinos que acudieron a la llamada de socorro de la asociación a través de las redes sociales, “fuimos con transportines y repartimos a los gatos entre las casas de los miembros de Patrulla Felina”. “Estamos súper agradecidos con la gente en ese aspecto porque fueron muchos los que se acercaron a brindarnos su ayuda”, reconoce Lucía Pérez. Sin embargo, la otra cara de estos acontecimientos es que “cuando apagaron las llamas, nos dejaron a un bebé en la puerta del refugio”. Así, por hechos como este, desde la protectora piden “responsabilidad y sentido común”.
