La Semana Santa de O Barco de Valdeorras vivió este año un inicio cargado de emoción con el pregón de la poetisa María del Carmen Gago, miembro del Instituto de Estudios Valdeorreses. Su intervención, íntima y lírica, fue mucho más que un discurso: fue una ofrenda sentimental en la que los versos se entrelazaron con los recuerdos y la fe.
Desde el primer momento, la pregonera mostró su cercanía con el lugar y con quienes la escuchaban: «‹Encontrarme ante vosotros en un día como hoy, viendo tantas caras amigas, más que una satisfacción, sucumbe una gran emoción›».
Con profunda devoción, recordó sus primeros pasos en la fe, siempre ligados al templo y al Nazareno: «‹Aquí, en este lugar, tenemos a nuestro bendito Nazareno… cada vez que estoy ante él, su rostro me señala cosas diferentes, como si me hablara al oído›».
Uno de los momentos más emotivos fue su evocación del Cristo de la Misericordia —o de los ferroviarios— cuya llegada, siendo ella niña, marcó a toda una comunidad: «Fue muy emocionante, así lo recuerdo… llegó hasta la estación y a hombros de los ferroviarios se formó una gran procesión».
En un tono que osciló entre la plegaria y la poesía, Gago interpeló directamente a Cristo desde lo más humano: «¿Por qué, entre tantas infamias y desprecios hacia ti, aún sembraste con palabras todo el perdón hacia mí?». Y, también:«¿Es que no fue suficiente, es que queréis aún más pruebas, es que acaso fui creyente y no te pesa la conciencia?».
El pregón finalizó con un mensaje de reflexión y solidaridad, recordando que la pasión de Cristo vive también en los sufrimientos de hoy:«‹Hay muchos Cristos vivientes que en el silencio nos llaman. ¿Por qué cerrar nuestras manos y a ese monte no encarnarlas?».
Con este pregón, María del Carmen Gago no solo abrió oficialmente la Semana Santa, sino que regaló al pueblo un testimonio de amor, fe y memoria compartida. Una invitación a vivir estos días con recogimiento, sí, pero también con el corazón abierto al otro.
Como ella misma dijo:«‹Digamos que el nuevo invierno nos conceptuó esta mano, volviendo así a meditar… breve, intenso y poético›».
En el siguiente enlace puede escuchar el pregón íntegro de María del Carmen Gago:
